¡LA MUERTE PREDICANDO!

Una vez estaba la muerte desojando una margarita, cosa extraña, porque ella elige a quién llevar al mundo de los muertos,sin dar  opción de elegir, sin tiempo o sin tregua y en ese momento un niño con su mente en ciernes se acerca a la macabra figura y sin ningun prejuicio y entabla una conversación, señora le dice: ¿ ud, quiere saber si tiene un enamorado de verdad?

La parca sorprendida, primero por la serenidad del niño y segundo por la pregunta tan directa responde: no desojo la magarita para saber si alguien me ama, porque se que nadie lo hace, todos me odian y me temen.
El niño agrega: ¿ni su mama o su papá la aman?
Ellos menos, porque no saben nada del amor, solo sienten odio y todo lo que hacen es maldad.
El niño con su ternura y total desprejuicio, añadió: y ud. ¿Es mala porque dijo que sus padres todo lo que hacen es malo?
La parca responde: si lo soy por herencia , no tengo sentimientos, por lo cual no puedo amar, ni tampoco tengo compasión por lo tanto no puedo hacer acepción de personas.

El niño pregunta ¿y si los que visita son buenos, también se los lleva?
¿Buenos? Interroga la huesuda, lo que pasa es que tu eres muy novato, aun no haz superado la niñez y crees, piensas, ves y actuas como lo que eres, no conoces todavía de lo que es capaz de hacer la gente mayor.

Es cierto responde el imberbe, y los niños, ¿también somos malos? Por que tu dices que te llevas a todos por igual.

La muerte reflexiona por un momento y dice:  por su falta de entendimiento no son culpables, pero por la maldad de los mayores ellos sufren las consecuencias.

El niño, añade ahora si entiendo, porque te odian y te temen, eres mala y perversa.¿pero como eliges a quien arrastrar a tu casa, porque tu vives entre los muertos?

La parca corrige al niño: no, tu estas equivocado,  yo no vivo entre los muertos, yo vivo entre los vivos, los que viven entre los muertos, son los que tienen muerta el alma.

El niño interroga ¿hay vivos con el alma muerta? ¿Cómo es eso?
Es mas simple de lo que parece, responde el espectro: yo solo puedo matar el cuerpo, pero el alma no y al matar el cuerpo el alma se separa, y si el alma no ha sido cubierta por la sangre de Cristo esta muerta en delitos y pecados, aunque viva en un cuerpo físico.

¿y cómo hace para tener vida el alma?, pregunta el parvulo.

La figura desgarbada responde: reconociendo que JESUCRISTO es su SEÑOR y Salvador, pidiendo perdon por sus pecados y separándose de la maldad.

Bueno, niño no me preguntes mas añadio ofuscada y confundida la horrida silueta, porque me he dado cuenta que te estoy predicando sobre la salvación y esa no es mi labor. Ese es trabajo obligatorio de los redimidos por Cristo.

¡Sacudase hermano en Cristo, predicar la salvación es responsabilidad de los vivos,! ¿si ud, es uno de ellos? ¡hagalo!.

¡Bendiciones!

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.