GLORIA O
MISERIA
El cielo
cuenta la gloria de Dios, la historia de
la humanidad cuenta la barbarie del
hombre, mientras Dios se complace en mostrar la belleza de su creación,
los hombres se deleitan en manifestar las miserias en que han convertido su habitación.
Siempre
estoy pensando en cómo era la tierra sin contaminación, aquellos enormes
caudales de agua traslucida, lagos diáfanos como el cristal puro, selvas
tupidas de esplendorosa vegetación, la tierra producía con vigor las cosechas y
la cementera era permanente y sin variación, las estaciones se daban en ciclos
de perfecta armonía y se podía decidir cuál sería el tiempo propicio para el
cultivo. Ahora no sabemos si llega el verano o el invierno, hay un confusión climática,
se desatan lluvias torrentosa o sequias espantosas, el clima esta desorientado,
perdió la dirección y el rumbo, porque el flamante rey de la creación altero
todos sus patrones, su condura y equilibrio fue trastocada y lo convirtió en
reactivo y virulento.
Nos ufanamos
al decir que el hombre ha avanzado más en los últimos 100 años que en toda su
dilatada historia y de hecho exhibe sus grandes logros, al haber automatizado
casi todo, a mi entender una de las pocas cosas que faltan es la máquina que se
programe y dando todas las instrucciones a la computadora haga los cortes de
cabello según el diseño pre-establecido.
No deja de
ser llamativo que habiendo obtenido tanto éxito en la tecnología, retroceda ostensiblemente
en el relacionamiento y entre más se avanza en todos los campos se retrotrae el entendimiento y la armonía entre los hombres, estamos como el famoso retruécano
que conocí en la infancia: “entre más cerca más lejos y entre más lejos más
cerca”. Cuanto más avanzamos en conocimiento científico y en tecnología, más
retrocedemos en el entendimiento y reciprocidad entre los seres humanos.
Queremos ser
non plus ultra, sin cambiar la filosofía imperante de vida, donde se persigue
con fiereza la dolce vita, sin importar cuantos sufren las consecuencias de ese
grosero y vulgar privilegio, lo que importa es que haya fuego en la chimenea
para mantenerme caliente, aunque el combustible lo propicien los cadáveres de
los que han muerto de frio en la
intemperie y sin protección.
En este
mundo la gloria de unos pocos se edifica sobre la miseria de muchos. Los que
capitanean el barco tienen botes salvavidas y los pasajeros ni chalecos protectores.
Demandan
sacrificios y se espera que se esté dispuesto a comer piedras a los seguidores de doctrinas
fracasadas, mientras la despensa de los aupadores está llena de todo bien. Qué fácil
es decirle al tiene hambre que resista con valentía, porque los momentos de
crisis pronto se terminaran, teniendo el estómago lleno y no tener necesidades apremiantes.
Santiago.(
2:15-16) Lo define así: Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen
necesidad del mantenimiento de cada día, Y alguno de vosotros les dice: Id en
paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para
el cuerpo: ¿Qué aprovechará?
Esta es la
terrible realidad el hambre campea, la muerte ronda y la miseria cunde, pero
los líderes políticos no carecen de ningún bien material. Porque espiritualmente
son miserables de siete suelas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario