LAS BUENAS INTENCIONES

 

La mayoría de las personas tienen buenas intenciones, solo que un pequeño número de ellas las ponen en práctica y esto por supuesto limita al máximo el bienestar de todos, impidiendo que muchas cosas desagradables se eliminen o al menos se minimicen.

¿Qué es lo que impide que se concreten las buenas intenciones? Uno ve una calle llena de basura y escombros y lo primero que piensa es como se viera de bonita limpia y libre, puede llega a comentar, esto es un foco de infección y además como afea el panorama, esperemos que el gobierno cumpla con su trabajo y manden una cuadrilla de obreros a limpiarla, puede ir más allá, tranca la vía en señal de protesta y hacer una queja formal con un documento respaldado por la comunidad.

En esa misma calle hay una bodega y de allí es que mas basura sale, una panadería que compite en la producción de desechos, un taller mecánico que mantiene las adyacencias llenas de vehículos para reparar con la calzada saturada de aceite de motor y una buena cantidad de habitantes que todos tiran los desperdicios a la calle, además en cada casa tienen perros que todos sacan en la mañana que hagan sus deyecciones al frente del vecino.

En la variedad de las personas que se consideran afectadas tenemos gente con vehículos de carga, en la mayoría de las casas hay palas, carretillas, todos tienen escobas e implementos de diferente índole para el aseo, pero no se ponen de acuerdo para limpiar y menos para dejar de ensuciar, entendemos  que es deber de todos procurar el bienestar de la comunidad y para beneficio de todos hay que dejar de pensar en lo bonito que se viera todo limpio y despejado y hacer que se vea yendo de las intenciones a la los hechos. Pero como decía mi abuelo: es más fácil acomodar una docena de monos para tomarles una foto, que poner de acuerdo a los vecinos para trabajar por la comunidad.

Las buenas intenciones nunca han servido para nada, tenerlas no hace que pasen las cosas, tienen que ir acompañadas de las acciones, que son las que hacen posibles las realidades, las buenas intenciones sin ejecutorias, hacen el mismo efecto que las medicinas guardadas en la farmacia para los enfermos: nulo.

Lo que indudablemente hay que hacer es crear un ambiente de confraternización, visitarse unos a otros, hablar del problema de toda la comunidad, no evadir ni el problema ni la participación en la solución, crear conciencia para trabajar en beneficio de todos, pero con las tendencias personalistas, posiciones políticas y poca inclinación a la unidad seguramente que se constituirán en murallas infranqueables ante las buenas intenciones, porque puede mas la indiferencia que la condición.

Hay una buena cantidad de dificultades que serian solucionadas con acostumbrarnos a tomar decisiones plurales que beneficien a todos, pero no tenemos la cultura de la unidad, por la mal sana idea que la unidad consiste en que los demás hagan lo que yo quiero y como lo deseo y si cada uno asume esa posición de intransigencia, es verdaderamente imposible beneficiarnos mutuamente haciendo trabajos en equipo para bien de todos.

Si quieres un mundo diferente, una comunidad distinta, mejoras en las condiciones de salubridad e higiene de tu de tu entorno y alcanzar metas comunes que den impulso a la superación en el ámbito social necesariamente tienes que pensar y actuar socialmente, no aislado ni solitario.

Solo Dios gana batallas solo, los demás tenemos que unirnos para lograrlo.

Por el pastor. Fernando Zuleta v.