lunes, 26 de septiembre de 2011

LA SALUD MENTAL





Aunque es verdaderamente difícil desenmarañar las tupidas selvas donde se hallan resguardados los recuerdos y hacer que sean de utilidad para ayudar a todos los que sufren insania mental, las ciencias sociales sobre todo la siquiatría, hacen esfuerzos ingentes con el propósito de penetrar los laberintos intrincados de la mente humana para averiguar las posibles causas de sus desequilibrios y trastornos que diariamente se suceden en un número cada vez más creciente de individuos.

Personalmente he visto a individuos que el consumo de estupefacientes ha sido la razón principal de su demencia, posiblemente porque el abuso de la droga rompa los microcircuitos cerebrales, causando las fallas, que según los expertos son la causa de las patologías neurológicas y siquiátricas, esa interrupción de la electricidad trae la descompensación y el caos que termina en la insania mental y otras nunca aceptadas científicamente como en el caso de las espirituales pero proceda del lugar que sea o por las causas que se consideran, no deja de ser un problema que cada día crece y se diversifica.

Entrar en la manigua donde están los recuerdos y los datos almacenados por la mente y averiguar cuales son los que ocasionaron daño para proceder a su reparación lo veo como más difícil que logran la conexión del haz de nervios en la columna cuando sufre un accidente que los secciona.

Para mí la demencia es una desconexión con la realidad donde influyen distintos factores, pero en algunos casos es un escape de la mente ante la imposibilidad o incapacidad de aceptar o lidiar con situaciones que no pueden admitir o no quieren sobrellevar, cargas morales insoportables que saturan la mente de una terrible culpabilidad y ante el acoso permanente de este policía que se llama conciencia, se entra en una angustiante crisis que por la enormidad de su tamaño se hace imposible manejar y la mente opta por la medida extrema de desenchufarse de toda realidad ocasionando el colapso total que sumerge al individuo en la dimensión desconocida de la vesania.

Como las personas que sufren este trastorno nunca pueden aportar datos que puedan clarificar su estado, cuando estuvieron sumergidos en la tenebrosa noche de la locura, nadie puede a ciencia cierta determinar que pensamientos cruzan por la mente de un orate, si es que momentáneamente tiene alguno, tal vez de este hecho es que surge el proverbio popular de "cada loco con su tema"  

El sufrimiento moral determinado por una tragedia de magnitudes desproporcionadas ha sido causa de desequilibrio mental en múltiples oportunidades, muchos no resisten el drama que les toca confrontar y por razones que seguramente los sicólogos clínicos o los siquiatras ya conocen, entra en la ambivalencia de vivir en la realidad con un sufrimiento atroz o escapar de ella para olvidarse de todo y se claudica ante la salida más fácil que es hundirse en la oscuridad de una noche que puede ser interminable.  

Lo cierto de todo es que las causas de la alienación pueden ser orgánicas, mentales o espirituales y hasta ahora no existe un conocimiento completo y científicamente no hay ni explicación, ni entendimiento claro y contundente del asunto. Muchos consideran "la locura como un pasaporte a la felicidad", debido a que ella rompe con el mundo real toda conexión, dejando atrás las reglas del comportamiento ético y moral y se sumerge en el laberinto de la inconsciencia donde cada individuo vive bajo sus únicas y exclusivas normas alucinantes y fantasiosas.

Creo que de la misma manera que tenemos huellas dactilares que nos individualizan, los trastornos mentales son únicos y excepcionales en cada persona, haciendo que la locura sea tan variada como la cantidad de individuos que la padecen, por lo cual debe ser atendido quien padezca de estas patologías de manera individual y personalizada. La perdida de la razón es algo muy confuso porque no se tienen informes de los que la padecen, ya que están incapacitados para dar explicaciones coherentes y consentido real de sus sentimientos y así mismo los que logran recuperarse no tienen memoria ni registro mental del tiempo en que estuvieron sumidos en el viaje demencial, pienso que es un mecanismo de la providencia, porque si una persona recobra la lucidez y tiene memoria de su antiguo estado, esa es una causa superior a la que primariamente tubo para enloquecer y más que suficiente para volver a reincidir.

"Si los locos cuando recobran la cordura se acordaran de sus locuras volverían a enloquecer". "Si el demente pudiera dar explicaciones de su estado, no está loco, esta fingiendo". La confusión y el caos en la locura son un abismo inextricable e inexplicable, porque el que ha tenido la desdicha de caer en el jamás puede dar ni la más leve insinuación del recorrido por la barahúnda de sus caminos inciertos que lo sumergieron en la vorágine un mundo inhóspito y en completas tinieblas aun pudiendo ver y percibir con sus sentidos naturales.

Este estado caótico hace del que lo padece la peor versión del hombre y lo convierte en el más digno de conmiseración, busquemos la libertad en CRISTO y El nos ayudara mantener la cordura, porque hasta el presente es el único antídoto valido para mantener la mente sana. 


Por el pastor: Fernando Zuleta V.   
 

  




















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