martes, 20 de septiembre de 2011

LA AUTOESTIMA

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"Cuando la vida te presenta razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para vivir" (anónimo) me parece una muy buena manera de sintetizar la travesía terrenal, sobre todo porque no da lugar ni oportunidad a que las eventualidades te desmembren y te hagan pedazos en lo moral, sicológico, material o espiritual. Nuestras pasantías terrenales están marcadas por lo inesperado debido a la incapacidad de conocer el por venir, de manera que generalmente todo suceso es inédito y novedoso, aunque muchas cosas se planifiquen y se obtengan finalmente, pero sin tener el absoluto control de los eventos que sucitan en en el transcurso del tiempo predeterminado para la consecución de lo planeado.
"El que se cae y no se levanta pierde la oportunidad de volver a mirar desde las alturas" nadie está exento de las penosas caídas, pero todos tenemos la oportunidad de levantarnos y continuar el camino, la diferencia está en si lo vemos como una tragedia o como una enseñanza para aprender a andar con cuidado y precaución. Todo el que se levanta de la postración adquiere el conocimiento práctico de sus efectos y consecuencias, pero lo más importante es descubrir que cuando se desciende a las profundidades, también se  puede escalar y conquistar la cima más elevada y escarpada que se presente. Remontar significa levantarse a las alturas, pasar por encima de los imponderables, vencer los obstáculos, avanzar por sobre las dificultades hasta conquistar lo anhelado. Tú existes para remontar todo lo que se interponga en tu senda, no para claudicar cuando se hacen difíciles y empinadas las rutas que debes transitar.

"Si miras arriba tendrás una visión para alcanzar lo imposible, si miras hacia abajo el abismo te atraerá y terminaras siendo eliminado del escenario de los vivos" porque "un hombre sin objetivos para alcanzar es un ser sin motivos para vivir". La vida no termina cuando la parca te da la estocada final con su letal guadaña, sino cuando las perspectivas de cambio, avance, superación y mejoramiento se terminan y comienzas una peregrinación sin saber a dónde quieres llegar, ni quien quieres ser. "El que no sabe a dónde se dirige, ni porque camina, no va a ninguna parte" y se encuentra en un mundo que no perdona ni tolera la falta de itinerario y dirección de sus ocupantes.

No puedes pretender que pasaras desapercibido por el solo hecho de retraerte de movimiento constante de un mundo que gira sin pausa, ni paradas, ni descanso, aunque tú no lo percibas, ni lo sientas el planeta tierra se moverá constantemente, porque si llega a detenerse decretara la instincion total de la vida sobre el. Así pasa si tú no avanzas y decides estacionarte porque encuentras dificultades en tu derrotero, estarás tu mismo dándole punto final a tu existencia y engrosaras la gran lista de los muertos en vida.

Este universo fue ideado para seres vivos y las cosas inanimadas para ser utilizadas para su beneficio, no te dejes arrastrar por la corriente peligrosa de la ineptitud o la mediocridad creyendo a mentes perturbadas que no tienes valor o que no sirves, si existes hay mil y una razones para justificar tu aparición en este universo, porque no eres un punto en el inconmensurable cosmos, ni un destello fugaz de una estrella en el firmamento y menos una luz fatua que cruza el éter como el relámpago en las noches de obscura tempestad,  sino un ser que se te ha dado el mandato de dominar y subyugar toda la creación y la capacidad para ejecutarlo, cuando estés agobiado por los avatares de la vida levanta los ojos a la bóveda celeste y te darás cuenta que más allá del infinito donde las limitaciones físicas te impiden ver, está esperando por ti un ignoto y espectacular espacio ávido y ansioso de ser conquistado y solamente los valientes que deciden decirle no a sus naturales flaquezas y limitaciones son los llamados a tener dominio y control y a constituirse en conquistadores de lo infinito .

¿Cuánto vales? Es imposible de cuantificar en términos materiales, porque ningún precio en sentido monetario tiene aprobación divina, tu valor es netamente espiritual y es tanto que no admite ser adquirido en montos pecuniarios y hay una sola cosa que debes de saber: vales tanto para Dios que no escatimo ni su Hijo Primogénito, para darlo por ti y por mí, para constituirte en un triunfador aquí y en la eternidad.

El sufrimiento te engrandece y te hace fuerte para las batallas que tienes que pelear, conocer tus debilidades te enseña a tener estrategias para vencer, el triunfo lo obtendrás porque estas disciplinado y acometes su búsqueda con confianza y seguridad, "no son las dificultades las que hacen imposible las victorias, sino las malas planificaciones y las pésimas ejecuciones". No descartes nada en el avance hacia la conquista, los pequeños detalles pueden ser la diferencia entre el triunfo o la derrota. Pero definitivamente naciste para vencer y no hay otra razón para que existas. No porque te lo diga mi persona debes creerlo, sino porque te lo dice EL SEÑOR DEL UNIVERSO: para gloria mía te he creado, te forme y te hice.


Por el pastor: Fernando Zuleta V.






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