Retórica s. f.
1 Arte y técnica de
hablar y escribir con eficacia y corrección para lograr convencer al público o lector, provocar en él un sentimiento
determinado o deleitarlo.
2 desp. Manera de expresarse artificiosa o rebuscada y difícil de comprender.
Los políticos son expertos en hablar mucho
y no concretar nada, son portadores de una labia edulcorante que endulza a los oyentes, por
norma general tienen un carisma arrollador y seductor, que les facilita a
cabalidad su tarea más fundamental, que es la de convencer y atraer seguidores
a su causa, un político puede hacernos creer con facilidad que estando él en la
cúspide del poder, todas las penurias que padecemos se terminaran ipso facto y
de hecho logra su objetivo una vez que tiene votos y es elegido, lo que
significa que como cándidos corderos hemos sido llevados al matadero arrastrados
por ofertas engañosas.
Mientras no existan mecanismos reales que
exijan el cumplimiento de las promesas electoreras las mentiras seguirán siendo
el método mejor usado para alcanzar privilegios en los cargos públicos y el
impulso para escalar las cumbres.
La creación de la esperanza es la fuente
que da origen a la corriente que conduce al político al puerto de la victoria,
su fuerza produce el efecto bola de nieve, porque no hay nada más humano que
tener esperanza y en crearla, ellos son verdaderos campeones. Escuchaba a un
iluso decir cuando aupaba a un candidato a la presidencia, yo estaré satisfecho
si me exonera de impuestos, que candidez rayana en la imbecilidad, creer en los
cantos de sirenas y su melodía impactante, esta no causa el efecto arrollador
del mítico músico Orfeo que eran tan extraordinarias sus interpretaciones con
la lira que hacia detener el curso de los ríos y las fieras se domesticaban
escuchando sus acordes celestiales. La dulce y melodiosa voz de las sirenas
arrastran a sus hipnotizados oyentes al barranco donde son arrojados al abismo
infernal de la cruda realidad para ser devorados y consumidos por un mundo que
arde en llamas alimentadas por la ignorancia y ceguera de los furibundos
defensores de ideas que no les pertenecen, pero que han sido enquistadas en la
profundidad del corazón impidiendo que lleguen a la mente y puedan ser juzgadas
por la razón.
Cuando una mentira logra penetrar las
capas de la razón y toma como rehén el corazón de los hombres los convierte en
adláteres y seguidores a ultranza de sus autores, sin importar su real
dimensión, ni sus secuelas perturbadoras y desquiciantes, de esto tenemos
ejemplos al por mayor, pero uno de los más emblemáticos y con el que estamos
más relacionados por ser contemporáneo, es la trágica aparición del más grande
titiritero que ha parido esta noble tierra, logrando por medio de las artes del
ilusionismo cautivar a una nación de grandes hombres y genios inmortales
arrastrándolos tras de sí a la locura de desencadenar una catastrófica guerra
mundial, convenciéndolos de una supuesta superioridad racial y por ende tener
la obligación de dominar al mundo, porque se creyó estar por encima de todos
los humanos y esa interpretación de su mente perturbada le daba la autoridad
para someter y subyugar sin tener en cuenta ningún otro criterio o
consideración.(Hitler)
Aquí en otra dimensión y en una escala
inferior y con otras connotaciones hemos oído las odas a la riqueza y ese canto
embelesador ha ocasionado que el que habita los cerros en un rancho hecho de
latas o al borde de un barranco o en el lecho antiguo de una quebrada, viviendo
en precarias condiciones y careciendo de lo más elemental para la supervivencia
humana inflame su pecho y exclame con aire de superioridad y manifiesto orgullo
¡somos ricos!
¿Cómo es posible que estando en la inopia
se pueda albergar ese sentimiento? Porque se nos lleno el corazón de orgullo y
este nefasto acompañante no deja ver, oír o palpar ninguna realidad presente,
el orgullo entenebrece, anula, insensibiliza y despoja a las mentes de la
razón. Dejar que el orgullo llene los
aposentos del corazón es crear la más grande e impenetrable oscuridad en la
mente de los seres humanos y allanar el camino para darle albergue a toda
manifestación engañosa y mentirosa.
Esto lo descubrieron los políticos de
oficio y sin oficio también y crearon artificialmente una atmósfera que les
proporcionara los mecanismos para implantar el sistema más pervertido, pero de
mayor eficacia conocido para la manipulación de las masas universalmente, como
es hacer creer a las muchedumbres que son lo que no son, de esa forma los
lanzan por senderos que son verdaderos
toboganes, donde no es permitido ver en otras direcciones, pensar en otras
ideas o crear otras alternativas, convirtiendo a las multitudes en simples
repetidores de sus cuentos de camino, haciéndolos semejantes a los loros y las
hurracas, repiten lo que escuchan pero no conocen el sentido de sus palabras.
Así se expresaba uno de tantos
encerrados en los claustros de la arrogancia y la mentira, de un presidente
colombiano, diciendo: ¡ese tipo es un fascista!. Solo por usar un poco la
ironía, le pregunte y ¿con que se come
eso? ¿Qué significa? Y con prestancia y rapidez inusual me dio una respuesta que
aclaraba cualquier duda razonable. ¡No lo sé, pero eso lo dice nuestro
presidente y si él lo dice es así! ¿Se podrá dialogar, conciliar y llegar a un
entendimiento con individuos que están sumergidos hasta los tuétanos en las
aguas putrefactas de pasiones turbulentas sin razones, ni sentido y que carecen del
elemental conocimiento de lo que dicen y aseguran?. No gaste pólvora en
zamuros, reza el refranero popular, pero jamás estaremos mejor si hacemos mutis
ante tan avasallante declinación por las ideas y razonamientos propios, dejando
que otros piensen por nosotros y nos den la pautas que debemos seguir, sin
importar las consecuencias de tan oprobioso comportamiento. Un ser que no
piensa es esclavo de las ideas ajenas, un individuo que no razona es víctima de
los sentimientos y una persona que no analiza está condenada a seguir el
itinerario que otro le trace.
Tenemos la mente y la razón pero si no las
usamos es igual que el que se muere de mengua teniendo a su alcance alimentos
de sobra, pero se niega a consumirlos para ahorrar para tiempos difíciles. La
mente por falta de uso se anquilosa, se tranca y acaba paralizándose, de allí
que todo el que no la utiliza termina siendo un paralitico mental y estos no se
pueden valer por si solos, hay que llevarlos y traerlos y precisamente eso es
el sueño de todo político, manipular para convertir las masas en materia
moldeable a todos sus intereses personales y egoístas de su propio corazón.
No podemos permitir que otros piensen por
nosotros, cada idea y pensamiento deben ser personales y no inculcados e
inducidos, eso sería lo más parecido a un robot, al cual se le programa para
que haga lo que es nuestro deseo, el no puede actuar independientemente, así
con la mente en blanco es que nos quieren los políticos, para inocularnos el
suero que nos idiotice hasta el punto que respondamos a sus procedimientos y
caprichos.
En la llamada guerra fría se hablo mucho
del espionaje y esto derivo en la creación de muchas obras literarias, de las
cuales una buena cantidad se llevaron al cine, que nos deleitaron con sus
argumentos, algunos parecidos a la realidad y otros de ciencia ficción, donde
se empleo el suero de la verdad, la máquina de la verdad, la burundanga (escopolamina)
esta última es capaz de robar la voluntad y someterla a la persona a control mental y ese es el más
elevado sueño de todo político y creo que nos emburundungaron, porque ¿Cómo se
explica que cometan toda clase de desmanes y tomen decisiones tan absurdas y
lesivas contra el pueblo y este acepte de buena gana tamaña tozudez?
La libertad de conciencia es uno de los
dones más preciados de que disponemos por providencia divina los seres humanos,
pero si es conculcado por inescrupulosos manipuladores que solo quieren su
bienestar personal, la robotización no necesitaría especímenes, pues todo el
que caiga en esta trampa mortal está en la malhadada condición de maquina
manejada para usarla en lo que a otros se le antoje. Debemos ejercitar la
mente, aun los políticos no han inventado un impuesto por pensar, de manera que
aun es gratuito hacerlo, aprovecha al máximo la oportunidad que hoy dispones,
para mañana tal vez la cosa sea distinta.
El político es un capacitado intérprete de
las necesidades del conglomerado y resuelve con habilidad pasmosa las mas
disimiles dificultades con sus propuestas y teorías que de una manera general
son inviables e irrealizables en la práctica, pero se trata de convencer, no de
realizar, a él le importa un pepino, que nada de lo que diga sea posible
hacerlo, ese no es su objetivo, lo que persigue es alcanzar a título personal
el trofeo de ganar una contienda electoral y llegar al lugar donde tenga poder.
El político es un experto en crear
espejismos, conoce a la perfección el
desierto por el que caminan los desposeídos y los parias y con su palabrería
crea la
alusinacion para obtener las conquistas, ofrece agua cuando no tiene poso,
ni manantial, ofrece pan cuando no tiene panadería ni harina para hacerlo. Así
con el ombligo cada día más pegado del espinazo marchan en pos del promesero
creyendo que las cosas serán distintas y que tendremos cambios radicales, se
está cayendo a pedazos la pica por donde se transita, pero nos prometieron una
autopista y ella viene y así por el estilo esperamos el cumplimiento de todos
aquellos compromisos, pero el tiempo pasa y las realidades son otras, se van
unos y viene otros con un nuevo fardo de truculencias y aseveraciones y
volvemos y repetimos la historia de un ciclo sin fin.
Mientras el pueblo no tome conciencia y se
haga fuerte para no tolerar las mentiras de los politiqueros seguiremos siendo
manipulados y sometidos por inescrupulosos que ven en las personas la ocasión para
escalar y convertir en serviles a quienes tienen la obligación de servir.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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