“Al pobre y al feo todo se le va en deseo” es un refrán popular en nuestra
amada Colombia, que explica en síntesis extraordinaria el anhelo por alcanzar
ciertas apetencias, pero por saberse
incapacitado para lograrlo solo actina a ansiarlo. La cuestión es que querer
las cosas no es suficiente para obtenerlas, en esta época marcada por el
positivismo le han hecho creer a gran número de personas que si mantienen una mente
enfocada en el, todo lo que anhelen con vehemencia lo tendrán, es una de las
mentiras más modernas del momento que se desprende de otra concepción
contemporánea errada como es la doctrina
de la nueva era.
El positivismo es muy diferente al optimismo, el primero le da a los
pensamientos la capacidad de todas las realizaciones solo usando la mente como
motor ejecutador de todos los pensamientos y realizaciones y aunque no se puede
hacer sin pensar, también es verdad que no se puede materializar el pensamiento
sino se ejecutan las acciones necesarias para llevar las ideas de la mente a la
concreción, es verídico que nadie puede hacer algo sin saber que es, cuando
iniciamos una obra de la naturaleza que sea , ella está en la mente de manera
intangible y solo el que la tiene en la imaginación la puede ver antes de su
ejecución y conclusión, pero cuando se pasa de lo meramente inmaterial y
activamos todo lo requerido para la ejecución de las ideas, es que las cosas se
materializan, se hacen tangibles y proporcionan resultados. Mientras el
positivismo es solo la mente enfocada en querer sin accionar, el optimismo toma
el camino de la acción y cree en alcanzar lo que se ha propuesto, determinando
por medio de la planificación y la acción la consecución de lo que pretende.
¿quién alcanzara primero lo deseado, el positivista empedernido o el optimista activo?
Hay muchas buenas intenciones que se han quedado sin realizaciones y por
consecuencia no han aportado nada en absoluto para satisfacer las necesidades de los individuos, los
cementerios están llenos de grandes pensadores que nadie supo jamás de sus
encumbradas ideas, porque fueron incapaces de materializarlas y con la
desaparición física se borro toda aquella prolija y grande proyección de ideas
y pensamientos.
Pensar es lo más simple y sencillo que puede hacer el hombre y por lo cual
no existen impuestos todavía y menos formulas que lo impidan, pero con
seguridad como es gratis y no hay
barreras de ninguna índole para hacerlo, seguro que es la razón principal por
la que pocos usan ese don privilegiado dado por Dios al hombre.
Creo que en las instituciones de enseñanza y aprendizaje debiera de existir
una materia oficial y obligatoria que enseñara a pensar, a ejercitar la mente
en ideas y que durante el año escolar se tome una desde el principio para que
el alumno trabaje en ella durante ese periodo y la realización sea la evaluación final.
Creo que estamos tratando por todos los medios de que otros sigan nuestras
ideas y en ese sentido le quitamos valor a la capacidad natural de cada individuo y supervaloramos la nuestra, el
mensaje es simple: deben pensar a mi manera de otra forma están equivocados. No
todas las ideas son buenas, pero las buenas ideas no deben descartarse porque
no son mías y su propiedad intelectual
pertenece a otro.
No podemos dejar de usar la electricidad lumínica porque Thomas Alva Edison
que invento la ampolla eléctrica era gringo, hay que dejar a un lado
el orgullo y al otro el egoísmo y tomar lo bueno de todos y rechazar lo malo.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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