martes, 16 de agosto de 2022

LLEGÓ LA TRISTEZA

Llego la tristeza, ella es como una camisa de fuerza,que apriciona y tranca la respiración, la falta de oxigeno anula la lucidez, hace que la visión sea borrosa,se ven ondas en vez de nitidez,los pensamientos no tienen claridad, se atiborran y se estorban entre si,las ideas son vagas y confusas,no hay claridad, solo la sensación de vaguedad.La situación es incierta e indescifrable,las neuronas no pueden armonizar, estan  sin poder tener coherencia, haciendo de las ideas un mar en tempestad, la tristeza inunda como riada pavorosa todos los aposentos del alma y no dejan resquicio al pensamiento positivo o esperanzador, ella es fuego igneo sobre la conciencia, calsinando las neuronas, convirtiendo la mente en terreno erosionado y sin brillo, por donde las llamas abrasadoras solo dejan cenizas y rescoldo, como testimonio de su paso avasallante y destructivo.

La tristeza tiene el poder letal de enajenar, dejando imposibilitado el pensamiento sensato, haciendo de el, un huracan de fuerzas descontroladas y de descomunal poderio que emerge con furia incontenible asolando todo sentido de la realidad y si no hay reciliencia en el individuo, destruye  su coordinación sensorial, arrastrandolo la espeluznante  alienación mental.

La tristeza ha sido el causal de la enajenación y el desvarío de multitud de seres humanos que no han tenido protección espiritual para confrontar en el terreno  mental que ella tiene como trinchera para atacar sin piedad y contemplación a quienes los avatares de la vida los han sumido en el tempestuoso mundo del sufrimiento y el dolor.

La tristeza no tiene cura fisica, porque ella no se siente, ni se apodera del cuerpo sino del alma,  alli no llegan las palabras de consuelo, porque ha ella no se puede ir con argumentos humanos, asi sean altielocuentes, encumbrados o de concepción filosófica superlativa,  la tristeza no cabe en el molde del razonamiento, ni tampoco en variopinto de las especulaciones, nadie puede tener la medida, ni conocer la intensidad del que la siente y la padece.

La tristeza conlleva al ostracismo y se asocia con el silencio y la soledad, porque de ellos no escucha ninguna palabra, para bien o para mal y sumido en ese estado imperturbable puede llegar a tolerar y aceptar la ofuscación de su alma y espiritu atormentados.

Hay un solo remedio que da consuelo y restituye la calma al que ha sido abatido por la formidable y temible tristeza y es el que promete, El Único Dios Verdadero:Salmos 55:22 “Echa sobre Jehová tu carga, él te sustentara”. Dios nos dice que le entreguemos a Él todo lo que nos carga, lo que nos trae pesar. Porque no es su deseo que vivamos soportando los problemas y el sufrimiento.

¡BENDICIONES!

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.




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