martes, 16 de agosto de 2022

EL SUFRIMIENTO



Todos hemos experimentado el sufrimiento,
De alguna manera lo hemos sentido,
Para algunos mas terrible y fuerte,
Pero ninguno ha escapado a su poder,
Es como la muerte, nadie lo detiene,
No hay barrera de contención posible,
Que impida su trancito en las vidas,
Desde que aparecio ha sido combatido,
Sin haber tenido éxito para extinguirlo,
Su capacidad de cambio permanente,
Ha hecho mas titánica la tarea,
Sus multiples facetas lo camuflan,
Sus dicimiles formas lo protegen,
No es un virus que pueda ser combatido,
No es una bacteria que se pueda aniquilar,
No es ninguna patología fisica,
El científico no encuentra rastros
El medico no consigue sus huellas
El sicologo no entiende su origen,
Ninguno puede negar su existencia,
Todos son impotentes ante su presencia,
Nadie tiene remedio que lo combata, los que por el son devorados, siendo sin piedad torturados, suplican que cese,
gimen, claman, lloran se desesperan,
Y ninguna de sus acciones son efectivas,
El no tiene compasión,  es sin misercordia,
No conoce la bondad, es imperturbable,
No sabe de limitaciones, ni fronteras,
No tiene amigos, nada lo detiene,
Algunos se vueven hipocandriacos
Y no toleran vivir sin el, si por alguna
causa se ausenta, entonces lo inventan, lo llaman y reclaman su presencia, creyendo en síntomas fantasmas y convenciendo  a los especialistas de su compañía real,
ellos, seguro que piensan que es mejor un viejo conocido, aunque sea ficticio, que estar en soledad en tiempos de tormentoso estio.
Asi es la vida, cuando tenemos lo bueno
No lo valoramos y cuando se aleja el mal
nos perturba la falta de su malsana compañia,
somos un cúmulo de contradicciones,
Muchas veces queremos alejar lo bueno,
y retener lo que nos agobia y nos atormenta,
no renunciamos, ni alejamos las flaquezas,
Pero rechazamos la paz de Dios y sus riquezas.

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo. 

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