El avance en la ciencias ha hecho al hombre un sabio en su propia opinión, resultado gravísimo por cuanto a llevado a niveles insospechados su egó, que dejo de ser ególatra para descender al peligroso nivel de megalomanía. Esta enfermedad segun la sicologia es característica en las personas con delirio de grandeza.
Hoy en dia nos encaminamos a convertir la esfera terrestre en un manicomio global, porque el afán de visibilidad ha llevado a las multitudes a buscar con ansiedad en las redes sociales el reconocimiento y esto ha desencadenado una pugna competitiva dejando de ser importante los mecanismos con tal de obtener resultados.
Han aparecido muchas neotecnologias que van desde el photoshop, hasta la falsificación de títulos, mentiras sobre la edad y aún sobre el género para atraer seguidores a ultranza, todo con la idea de tener impacto mediático y hacerse de seguidores, la meta central sera siempre causar admiración, nuestro mundo reclama a gritos llenar el vacio espiritual y como no encuentran la verdad, lo saturan con lo espurio y lisonjero.
La orientación hacia asombrar a cantidad de individuos tiene como finalidad conseguir culto a la personalidad, es la evidencia clara de insatisfacción interior, esta atictud es una respuesta a una enorme deficiencia de estabilidad emosional, con el auge de las redes sociales se despertó el Leviatán oculto que habia permanecido escondido y en estado atenuado, casi cataleptico, siendo sacado de su letargo para vomitar bocanadas de fuego consumidor, sobre los simples, cautos y desprevenidos cibernautas, todas estas flamas abrasadoras y con potencia destructiva, estan vulnerando la vida de todos aquellos que no tienen la protección espiritual del Sumo Creador por estar de espaldas a El y en total y completa desobediencia a sus mandatos.
Este comportamiento rayano en la obstinación, nos enseña lecciones que debemos aprender y con buena calificación para no ser víctimas propiciatorias de mentes desquiciadas que quieren alcanzar notoriedad a costa de triquiñuelas y fraudes de toda indole.
Estamos inmersos en un mundo donde hay una arriesgada mezcla de mentiras y verdades a medias que se entrelazan para confundir y hacer casi imposible diferenciar unas de otras.
La única opción para dilucidar donde comienza la verdad y donde la mentira esta con autoridad indicada por el Señor Jesucristo: y conocereis la verdad y la verdad os ara libres ( jn 8: 32).
No se puede conocer la verdad fuera de Jesucristo, Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.( jn.14: 6).
Todo el quiera la vacuna contra la falsedad, necesita es a Jesucristo, no hay otro antídoto, ni nigun fármaco.
¡BENDICIONES!
Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.