miércoles, 17 de agosto de 2011

LA FAMILIA




La familia definida como el núcleo central de la sociedad, está pasando por situaciones muy complicadas, porque la modernidad del momento ha horadado sus bases y dejado en el aire sus cimientos. Es alarmante la genuflexión en que viven los hogares, la permisividad mas allá de lo razonable con los hijos se ha convertido en un arma de destrucción masiva de las familias, es asombrosa la depauperación y debilitamiento en el que está en este momento la llamada “célula principal de la sociedad.”

Hablando con unas chicas que conocemos desde la niñez, por exclusiva curiosidad, le pregunte a una de ellas, menor de edad, aun no tenia los diez y siete (17) ¿Qué te dicen tus padres cuando te quedas fuera de la casa y llegas al otro día? Debido a que en varias ocasiones pernotaban en la nuestra amaneciendo con jóvenes de su misma edad, en juegos maratónicos en la computadora. Su respuesta fue muy simple: nada, insistí pero ni siquiera ¿Dónde estabas? ¿Dónde pasaste la noche? o ¿con quién andabas? No a nosotras no nos dicen nada. Puntualizo. ¡Termino el interrogatorio

Este por su puesto no es un caso puntual ni una excepción a la regla, sino la norma dentro de la familia galáctica del súper-modernismo del presente, estamos viviendo en un contexto donde la autoridad de los padres es una utopía y las normas morales son solo componentes de los museos, toda este nuevo enfoque que tiene la sociedad contemporánea ha hecho que los valores sean inexistentes y las consecuencias inevitables de este abandono, las estamos cosechando a raudales, expresados en avalanchas de crímenes de toda índole.

Una de las causales de este declive de la familia se manifiesta vívidamente en la cantidad de entretenimiento que la fabulosa tecnología en las comunicaciones nos ha entregado y que está al alcance de la mayoría de los mortales, habiendo cambiado drásticamente la estructura de la familia al ser reemplazado el afecto natural, por el compañerismo cibernético. Los padres dejan a los hijos a la deriva cuando para que se entretengan dotan el hogar de toda la parafernalia compuesta de equipos de video, televisión por cable, internet y toda una gama de opciones y productos al alcance de sus vástagos aun sin estar en condiciones de asimilar toda esta amalgama de señales e información que indefectiblemente deformaran la endeble personalidad de los niños y adolescentes.

Me toco oír un testimonio de una mujer sobre un niño de ocho (8) años que estaba atendiendo por unos días como madre sustituta, me decía visiblemente conmocionada: no se imagina la clase de deformación mental que tiene ese niño, porque él desde los cinco años a estado solo en su hogar y a tenido acceso a toda clase de películas pornográficas y el no puede hablar sino en términos de explicito contenido sexual. ¿Qué clase de individuo podemos esperar que sea cuando llegue a la adultez? Esto es solo para citar uno de los millares de casos que por el mismo estilo están suscitándose consuetudinariamente.

Lamentablemente la presión social ha hecho mella en todos nosotros y no podemos concebir un mundo sin todos los adminículos que nos ha prodigado la sofisticada tecnología imperante a sabiendas que muchas cosas son superfluas e innecesarias y que son más perjudiciales que beneficiosas sobre todo para la salud mental y espiritual, pero somos muy proclives a seguir el camino que nos tracen los demás, sin averiguar si es dañino o sin detenernos a sopesar cuales pueden ser las consecuencias de tales decisiones, si así actuamos los adultos ¿Qué podemos esperar de los infantes y adolescentes?

Los hogares de hoy son ecos y remembranzas del pasado, un amigo mío queriendo ser vanguardista comenzó a construir una casa con seis (6) habitaciones me llamo la atención su distribución y el tamaño de cada habitación, así que un día le pregunte y ¿con que fin estás haciendo ese caserón? Me respondió: tú sabes que tengo cuatro hijas y mi deseo es que cada una tenga su cuarto independiente con todas las comodidades incluidas, (se refería a equipo de sonido, plasma, computadora, inalámbrico etc. etc. conociéndolo sabía que se trataba de esas minucias) el otro es para cuando nos llegue una visita y así no incomodar a nadie, porque el número seis (6) es para el matrimonio por supuesto, ¡enfatizo!. Poco tiempo después comenzó la crisis económica, y en medio de toda esa turbulencia se le casaron tres (3) de las muchachas y no vio la necesidad de terminar su anhelado sueño y vendió la propiedad inconclusa. ¿Pero que tenía presupuestado? Una familia independiente, cada uno en su parcela, llevando la individualidad al extremo, donde cada uno fuera dueño y señor de su pequeño reino, ese tipo de conceptualización tan estereotipado de la familia moderna está arruinando, lo que es la familia verdadera y causando superficialidad y convirtiéndola en la fría y virtual familia cibernética de la cual disfrutan todos los equipos de la tecnología de punta, que son los reyes y centro de los hogares del momento.

Cada día hay más distanciamiento y frialdad en el ceno familiar, las buenas relaciones pasan por una etapa peligrosa debido a que los intereses se volcán sobre nuevos patrones determinados por la fabulosa tecnología comunicacional disponible, esto encierra una paradoja increíble, mientras se multiplican abrumadoramente los mecanismos para la comunicación masificada, hay un aumento superlativo en la población a escala orbital y tenemos por internet la globalización mundial generando infinitas opciones de relaciones interpersonales, en el entorno familiar hay mas alejamiento, propiciando que el hogar sea solo el nombre del lugar que tenemos para satisfacer necesidades que por fuerza mayor no es posible eliminar, como descansar, dormir, comer, el aseo personal y la más importante de todas, el lugar donde tenemos la computadora, que por elemental razón en los tiempos que corren si no tienes una maquina de esas eres un ser anónimo.

Si los gobiernos y todas las fuerzas vivas comprometidas con la buena marcha de los pueblos no toman medidas urgentes para fortalecer la familia, la sociedad será solo una reliquia histórica y dentro de poco tiempo cuando se hable de la familia, el relato comenzara… había una vez en épocas pasadas una cosa rara que se llamaba familia…


Por el pastor: Fernando Zuleta V.



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