Personalmente siempre ha representado un desafío comunicarme y ser comprendido; en múltiples oportunidades he creído que he sido explicito en lo que transmito y mi esposa me ha dado un baño de agua helada diciéndome: no se entendió nada de lo que dijiste o no sabemos qué quisiste decir.
Por supuesto que siempre ha sido un golpe terrible a mi ego, tal vez porque pienso que es la persona que mejor me puede entender, después de tantos años conviviendo y compartiendo, pero lamentándolo no es así, sin embargo he sacado provecho y se ha constituido en un acicate para mejorar la comunicación, por esta causa no improviso ninguno de los temas que por alguna u otra razón tengo que exponer, los escribo, los corrijo, los reacomodo, les agrego, les cambio, les quito, los modifico y finalmente cuando estoy seguro que están bien y con claridad, es que los considero listos para comunicarlos.(aunque no todas las veces logro el proposito).
Pero tengo un pequeño problema que he considerado insoluble, y analizando todas las situaciones en que he sido incomprendido por mi consorte, el inconveniente viene de mi, esto debido al estilo de crianza y a la educación que recibí; en mi familia siempre se usaron las ironías, como decir “¿viste la belleza de mujer que tiene fulano? Para dar a entender que era lo opuesto, es decir, fea; ¿te diste cuenta como le quedaba de bien la corbata a zutano? Para indica que lucía mas colgada en el perchero. Así sucesivamente muchas cosas similares a estas eran de uso cotidiano.
La otra condición obedece a que al estudiar castellano y literatura me aficione mucho al uso de las figuras literarias y en casi todas las circunstancias estoy empleándolas, prácticamente sin proponérmelo, sino como un estilo de hablar definido y personal. La hipérbole que literalmente significa una exageración de la verdad para darle realce a lo que se trasmite sea oral o escrito, ha sido una de mis favoritas, pero cada vez que hago uso de ese recurso, mi esposa me dice que no mienta, le recuerdo que se trata de una figura literaria y ella siempre me da la misma contestación, Ud. Sabe que siempre tomo las cosas literalmente. Me digo para mis adentros, será que sufre del síndrome de asperger, reacciono analizando cada situación, no es posible porque no muestra ningún otro síntoma que confirme mis sospechas, creo que solo es una particularidad muy especial de ella.
Esto me ha llevado a comprender lo difícil que es la comunicación clara y eficaz y la necesidad de esforzarme diariamente para lograr que sea efectiva al punto de que los que me escuchan o me leen tengan comprensión del mensaje, que aclare dudas en vez de crear nuevas.
Haciendo todos estos análisis caigo en cuenta que para mí es más fácil explicar por la escritura los hechos, que de forma oral, y esa es la razón por la que toda la vida he rehuido las disputas y las confrontaciones verbales y me digo así mismo internalizando la situación, parece que el que padece el síndrome de asperger es otro, pero hay cosas comunes entre ambos y las reconocemos, como es el caso de que los dos somos tercos y entonces, llego a otra conclusión: como que ese famoso síndrome se manifiesta en todo el mundo y cada uno tenemos varias porciones de el, pero posiblemente cuando la persona manifieste mas del cincuenta por ciento (50%) es que son reconocidos como directos portadores de el, y especulando un poco, considero que se parece mucho a los famosos temperamentos, ya que los expertos dicen de ellos, que nadie tiene uno solo, sino que predomina uno de los cuatro (4), que puede estar acompañado de otro en proporciones más pequeñas, es como decir tiene el 60% de flemático, y el restante 40% es para otro y hay casos donde dos más están presentes. Según Tim Lahaye.
Todo esto me lleva a pensar en cada uno tenemos deficiencias, defectos y una cantidad no muy precisa de limitaciones por lo que es necesario tolerarnos mutuamente aunque esto no debe ser una razón para no superar nuestras flaquezas y debilidades, además todo lo que se diga teóricamente sobre el comportamiento humano, siempre lo rechaza o lo echa a perder otra teoría, por lo que no veo como muy seguro eso de creer en las famosas verdades sin comprobar (las teorías).
¿Qué pasa entonces? Nos cuesta bastante hacernos entender por el desconocimiento que tenemos de métodos adecuados, un mal manejo del idioma, tratar un tema que no conocemos bien, una deficiente preparación académica, tener un grupo heterogéneo y muchas otras razones, lo que nos hace concluir que querer comunicarnos con claridad y eficacia es más difícil de lo esperado.
Personalmente he decidido seguir el consejo de un amigo para no caer en la angustiante situación de considerarme incomprendido por mi conyugue, el me dijo un buen día: ¡nunca trates de comprender a tu esposa, las mujeres no se pueden comprender, amala y tolérala como es! eso se lo hice saber a ella y creo que también ha hecho lo propio conmigo, para mí ha sido la mejor receta no solo en casa, sino que la pongo en práctica con todo el mundo, de esa manera no me enredo la vida buscando que me comprendan, ni tampoco tratando de comprender a todos, sino soportándolos y siempre por supuesto sin flaquear tratando de explicarme. “Si quieres disfrutar la vida en sana paz nunca trates de entender la gente, aprende a soportarla y habrás dado un paso gigante en encontrar la felicidad”
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario