Hay un adagio que dice: “fue por
lana y salió trasquilado”, es una referencia para todos aquellos que quieren
lograr algo sin considerar los imponderables que se presentan para su
consecución, en el caso que nos compete, cuando se recurre al amedrentamiento
es la fase final que desencadena la violencia total, porque si se encuentra con
personas que no se dejan presionar y en consecuencia hacen lo de los moluscos bivalvos cuando se sienten atacados,
en respuesta cierran herméticamente sus conchas, lo único que queda es el
sometimiento por la fuerza y el poder que otorgan las armas.
Esta situación genera una
resistencia en todos aquellos que tienen conciencia de libertad y justicia y no
claudican ante las pretensiones de quiénes utilizando artimañas y triquiñuelas
recurren al método represivo para tener
el control y hacerse con el dominio de situaciones sean personales,
institucionales y un plano más extenso de países o continentes enteros.
El que amedrenta corre el riesgo
de toparse con individuos tenaces que no tienen temor de confrontar las
consecuencias derivadas de la defensa de su identidad y personalidad, esto
debido a que no todos son fáciles de influenciar y atemorizar, al contrario
algunos muestran la madera de la que están hechos cuando sienten que se quieren violar los principios fundamentales
de la libertad como es pensar, razonar,
disentir, opinar y decidir.
La esclavitud ha sido una de las
paginas mas grotescas escritas por la humanidad, que no se ha superado en su
totalidad y toda forma de amedrentamiento es una secuela y una reminiscencia de
aquella tragedia horrenda de los seres humanos, parece que es una herencia
maldita que generación tras generación hace su presencia en el medio para traer
desdicha y desgracia, en nuestra época contemporánea muchos se ponen los trajes
del hombre del siglo xxi, pero todo eso es solo vestimenta externa, porque en
su interior son trogloditas que no han abandonado la oscuridad de las cavernas y
piensan y actúan como el homo erectus,
el hombre que camina erguido y no como el homo sapiens, el hombre sabio,
que piensa y razona.
Muchos están disfrutando del mundo
moderno del presente, pero internamente
son homínidos que no han abandonado las grutas del tenebroso pasado y aun viven
haciendo culto y deificando la vida cavernícola de sus ancestros. Mientras
las convicciones se sustentan en sucesos del pasado no habrá manera que las
realidades del presente puedan superarse
para que el futuro sea promisorio y predecible.
El amedrentamiento es sin
escrúpulos por cuanto su finalidad es controlar por el miedo y tiene a la mentira y el engaño como sus poderosos
baluartes para conseguir sus desquiciantes objetivos, pero su talón de Alquiles es la incapacidad de mantener permanente e indefinidamente el control sobre las
masas, solo basta con que aparezca una pequeña grieta en su muralla de
infamias, para que se habrá un boquete imposible de cerrar, por donde se
desbordaran todas las pasiones, que cuando llegan al clímax de la intolerancia,
no existe poder y fuerza humanas capaz de contenerlas.
Por el pastor: Fernando Zuleta V
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