A veces somos como el viento
no sabemos de dónde viene
no sabemos a donde va
unas veces es silbo apacible
otras es horrible tempestad
aparece como suave murmullo
o con estrepitoso estruendo
rosa con tenue caricia
o arrecia con violenta fuerza
lleva el polen al sembradío
o arrasa todo labrantío
trae frescura y lozanía
o quema con su aspereza
crea ondas acolchadas
o remolinos devastadores
es una fuerza activa que da vida
o un poder infernal que mata
en la mar lo esperan los veleros
para avanzar y le temen los marinos
cuando se convierte en tempestad.
No hay nada tan dual como el viento
Ni tan bipolar como el ser humano.
Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo
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