martes, 15 de agosto de 2017

¿NOS PARECEMOS AL VIENTO?



A veces somos como el viento

no sabemos de dónde viene

no sabemos a donde va

unas veces es silbo apacible

otras es horrible tempestad

aparece como suave murmullo

o con estrepitoso estruendo

rosa con tenue caricia

o arrecia con violenta fuerza

lleva el polen al sembradío

o arrasa todo labrantío

trae frescura y lozanía

o quema con su aspereza

crea ondas acolchadas

o remolinos devastadores

es una fuerza activa que da vida

o un poder infernal que mata

en la mar lo esperan los veleros

para avanzar y le temen los marinos

cuando se convierte en tempestad.

No hay nada tan dual como el viento

Ni tan bipolar como el ser humano.
 
Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo

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