Los que sueñan están vivos
El que no sueña ha muerto
Perdió la emoción de vivir
Aun puede respirar
Su respiración es fortuita
Es el resultado involuntario
Del prodigioso diafragma
Programado para accionar
Aun sin ser motivado
Los sueños son pasión
La conquista es su meta
Ven a través de la oscuridad
Perciben en la tupida nube
De dificultades y obstáculos
El alucinante brillo de la victoria
Sobrepasan las barreras
Asaltan las fortalezas
Derriban inexpugnables muros
Hacen del camino rudo
Una avenida para triunfar.
Las noches de formidable tempestad
Traen días de brillo excelso
Si persigues con insistencia el
sueño
Te llevara a la más elevada cumbre
Si lo abandonas por su dureza
No has logrado vivir a plenitud
Solo has existido sin vigencia
Eres un número en la estadística
Perdido en las sombras y en la
nada.
Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.
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