martes, 22 de agosto de 2017

LA CÁRCEL DEL PASADO.



El pasado ha sido una prisión que impide avanzar,
Muchos viven en él, sin darle paso al presente,
Los recuerdos de lo que fue o pudo ser
Hacen que se viva en la cárcel del pretérito,
Las rejas y los barrotes no son reales, son recuerdos,
Estos emergen como inexpugnables acantilados,
Imposibles de sortear, produciendo cercos,
Cada día más impenetrables y dominantes
Haciéndonos reos de nuestra propia mente,
Levantándose como obstáculos insalvables,
Impidiendo la mirada hacia adelante,
Porque han puesto ataduras que no dejan ver,
Las oportunidades de hoy, sino el fracaso de ayer.
Quien siempre tiene remembranzas tristes,
Tendrá en sus ojos la marca de la angustia,
Nunca podrá transmitir en su semblante
Sino el miedo de lo que pasó y no venció.
Solázate en los recuerdos gratos
Y lleva cautivos a la prisión del olvido
Todo aquello que sea perturbador,
Inicia cada mañana una época de éxito,
Esfuérzate por mejorar lo que hiciste otrora
Y siempre tendrás un nuevo reto para superar
Y no un recuerdo ingrato para lamentar.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.

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