domingo, 2 de octubre de 2011

EL ORGULLO


 

Uno de los mas fuertes sentimientos de la raza humana se llama el orgullo y de una manera u otra es el mal de todos, porque honestamente creo que nos toca a todos, lo que pasa es que algunos lo disimulan mejor que otros y un elevado número ni se preocupa por ocultarlo, además que permanentemente  se insta desde todas las latitudes  a sentirse o a ser orgulloso. Parece que se le considera como un gran atributo y no como una devastadora debilidad, tal vez esta es la causa por la que se promociona tanto, llamando reiteradamente a las personas a que lo sientan, lo vivan, lo practiquen y lo usen como un aguijón para obtener resultados.

"Entre todos los vestidos que yo he visto poner al orgullo, el que más me subleva es el de la humildad". (Henry Mackenzie)

Es indudable que se confunde con términos como dignidad, honor, responsabilidad, deber, obligación, patriotismo, integridad, competencia, actitud, tesón, habilidad y tantos otros que son edificantes y enseñan virtudes y cualidades, con el detestable orgullo que es una debilidad del carácter y una flaqueza del alma.

"Nuestro carácter nos hace meternos en problemas, pero es nuestro orgullo el que nos mantiene en ellos" (Esopo)
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El orgullo es una fuerza inconmensurable de las bajas pasiones, se sabe que fue la causa de perdición del querubín protector y seguirá siendo el motivo de la perdición de todo aquel que lo deje engranar en sus sentidos haciéndolo compañero inseparable en la ruta y los giros de la vida.

"Si eres orgulloso conviene que ames la soledad; los orgullosos siempre se quedan solos". (Amado Nervo)

Este malhadado y pertinaz acompañante no respeta ninguna condición ni posición humana, en ese sentido no es selectivo, sino inclusivo y se adueña por igual de los sentimientos de todos los que se lo permitan, ocasionando daños personales y siendo un instrumento para rechazar, menospreciar y destruir a terceros. El eleva el ego natural hasta llevarlo a los extremos perjudiciales del egocentrismo.

"Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas. (Oscar Wilde)

Esta defección del carácter humano está íntimamente relacionada con una incapacidad de tener equilibrio y sobriedad y ante la imposibilidad de ser ecuánime se inflama el ego llevándolo al peligroso terreno de considerarse superior a los demás, de imprescindible en el lugar que esta, de irreemplazable en la tarea que hace y de insuperable en el rol que desempeña, como podemos ver no es muy grato convivir con personajes que estén inmersos en esta condición.

"Aquel que es demasiado pequeño tiene un orgullo grande". (Voltaire)

Las personas deben tomar precauciones para no caer enmarañados en sus tupidas redes, porque lo fácil es caer lo difícil es salir, la soberbia es la corona del orgullo, la auto-suficiencia es su consigna, la altivez su consorte, el endiosamiento su más fuerte debilidad, el engreimiento su desventurado gemelo, las ínfulas de grandeza su combustible, la vanidad su alimento espiritual, la pedantería su compañera permanente, la presunción el aliento de su vida, la arrogancia su estilo inconfundible, la petulancia su traje de presentación y finalmente el narcisismo su perdición.

De esta condición humana dijo el filósofo Sócrates: "El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir".


El orgulloso no admite equivocaciones, no acepta errores y se vanagloria de que todo  lo hace bien, por lo cual toma el camino irreal de la infalibilidad, la prepotencia no le deja opción a las fallas de otros, pero cuando él se equivoca recurre a la simpática frase del chapulín colorado: "lo hice intencionalmente, todos mis movimientos están fríamente calculados". 


Como es una inclinación pervertida, que esta internamente, enraizada profundamente en los sentimientos, no pude combatirse con armas humanas, ni naturales, solamente las espirituales serán efectivas y esas solo las tiene El Señor y Dios Nuestro: JESUCRISTO que con toda autoridad, nos ordena: "aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón".


Por el pastor: Fernando Zuleta V.





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