sábado, 19 de abril de 2014

¿QUE QUEREMOS ALCANZAR?



El hombre siempre se ha asombrado al contemplar la inmensidad de la bóveda celeste, su espectacular diseño y su tamaño inimaginable, el fulgurante  resplandor de sus  astros en una mágica noche de un cielo tachonado de estrellas  y del imponente  resplandor de  luna llena, al mirar su extensión de proporciones incalculables ha despertado  el sueño y el anhelo de conquistar sus profundidades insondables, de desentrañar sus más recónditos secretos y de adentrarse en su infinita dimensión desconocida.

Contempla extasiado el cosmos infinito y se dice para sí, allá develaremos la razón de nuestra existencia y es donde encontraremos las respuestas que demanda la vida, se ensanchara nuestro conocimiento y alcanzaremos a  liberarnos de las sombras de lo oculto, terminaremos con la oscuridad de la noche que ha envuelto en el manto negro de la ignorancia al hombre sobre la tierra.

Esas  ansiadas  respuestas no están en  las lejanas estrellas, ni el universo en su extensión ilimitada, ni  en ninguna galaxia de recóndita existencia, esto será como encontrar en el cerebro  del chimpancé las causas por las que el hombre piensa y razona, aunque hay más posibilidades de lo segundo, porque al menos lo tenemos entre nosotros y tiene algunas similitudes con los humanos.

Todo son delirios de grandeza impulsados por el perenne engreimiento y acicateados por la vanagloria, sedientos de grandeza y de deseos insaciables  de poder. La marca hecha en el corazón del hombre, que ha permanecido inalterable y permanece indeleble, porque esta tatuada con cincel de punta de diamante es el devastador orgullo, que siega la mente y anula el entendimiento. Esa altivez  ha impedido  que  el entendimiento sea iluminado, porque se expande como una cortina de negrura impenetrable sobre las mentes, dejando solo pequeñísimos  resquicios para que minúsculos haces de luz penetren y combatan las tinieblas.

La auto-suficiencia es un flagelo que limita enormemente todo el potencial humano, porque ha hecho de la arrogancia su fuerza motora para alcanzar los ideales  del  endiosamiento que persigue y quiere conquistar,  en ella solo encontramos menosprecio al coterráneo y desprecio por los congéneres. Ahora  estamos escalando cuestas imposibles  de coronar porque llevamos  el equipaje equivocado y usamos métodos inadecuados.

Ese afán de encontrar soluciones a la madeja entrelazada de dificultades surgidas únicamente por la tozudez de la mente, alienada  por las densas tinieblas que la envuelven,  son el resultado del alejamiento de su Amo y Señor, y se levanta como muralla infranqueable que hace que todo esfuerzo exclusivamente humano sea cada día mas pertinaz pero menos efectivo.

El hombre haciendo planes sin la dependencia de Dios, esta inexorablemente condenado a fracasar,  porque las ideas de Dios no encajan con las del hombre, porque como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos los pensamientos de Dios que los nuestros y la única manera de concatenar y converger es que el hombre conozca la voluntad de su Señor y la acate, de otra forma el camino que transitamos será en abierta oposición a Él y un camino sin Dios como acompañante, es camino de muerte, las respuestas que queremos no están en la ignota lejanía, ni en el elocuente y desconocido firmamento que nos circunda, están en el que nos  creo y ordeno los ejércitos celestiales y en un acto de sabiduría y soberanía absoluta nos hizo a su imagen y semejanza y nos coloco como corona de toda su vasta e impresionante creación. Recordemos que nosotros fuimos dotados de entendimiento y comenzamos a ser sabios cuando tenemos temor de Dios.


Por el pastor: Fernando Zuleta V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario