domingo, 27 de noviembre de 2011

LOS EUFEMISMOS Y EL COMPORTAMIENTO

                                                                                                          

Eufemismo: Palabra o expresión más suave o decorosa con que se sustituye otra considerada de mal gusto, grosera o demasiado franca: hoy en día nos hemos dado a la tarea no solo de cambiar, reemplazar o altera el significado de las cosas, para que su contenido original no suene tan fuerte a nuestros oídos y seguramente como una enseñanza de las muy en boga ciencias sociales aprendamos un vocabulario de altura que no traumatice a las personas, no llame a las cosas por su nombre y todos los actos ilícitos que cometamos vayan barnizados de dulzura y ameno sonido para que no den una muestra de intolerancia ante lo pervertido y depravado de nuestras acciones.

Con este nuevo enfoque hemos eliminado del léxico una cantidad de palabras precisas y las reemplazamos por ambiguas y sin sentido exacto, porque nos hemos vuelto muy sensibles a la verdad, no queremos decir las cosas como son o no las queremos llamar por su nombre real, porque podemos ofender, estigmatizar o traumatizar a los demás. Ahora queremos que todo sea neutral para que no se diga nada que confronte con la verdad y responsabilice de la conducta tendenciosa y libertina que deseamos practicar.

Al alcohólico y borracho empedernido hay que tratarlo como un enfermo y no como un vicioso depravado, porque con decirle la verdad, estamos siendo de impedimento para su cura. Al homosexual pervertido, no se le puede indicar su conducta anormal, porque se está discriminando y eso está prohibido por las leyes, a la práctica indiscriminada del sexo se le llama hacer el amor y no adulterio o fornicación, a las parejas que se juntan para convivir sin el vinculo del matrimonio aun teniendo hijos de la unión ilícita, se llaman novios y no amancebados, a los hijos rebeldes hay que tolerarlos sin recriminarlos y menos castigarlos porque las leyes hechas por los expertos en derechos humanos lo catalogan innecesario y lo señalan como una conducta cavernaria del que lo haga. Los maestros no pueden corregir a los alumnos, porque corren el riesgo de ser juzgados y encarcelados por maltrato a los menores, los adolecentes forman bandas criminales atracan, asesinan, violan y cometen toda clase de desmanes y la lopna los protege, porque seguramente quien empuña una pistola para cometer toda clase de ilícitos, no es culpable porque es menor de edad, de esa manera les estamos diciendo y con pruebas contundentes que no es responsable por lo que hace y cuando llegan a los veinte (20) años son asesinos tan empedernidos que muchos han ejecutado entre diez y veinte personas.

Todo esto obedece a que cada día somos más blandengues en aplicar las leyes, porque parece ser que hemos descubierto que somos más misericordiosos que Dios mismo y llegamos a un punto de comprender tan extraordinariamente al ser humano que hemos hecho de la alcahuetería la bandera de nuestro tiempo para vivir de acuerdo a criterios humanistas y dejar en el olvido y ostracismo los mandatos del Supremo Señor del Universo. ¿Cuál ha sido el resultado? Uno no muy halagüeño: la multiplicación de la maldad a escalas intolerables, con el terrible agravante de que la mayoría de los delincuentes son menores de edad y con la novedosa y significante participación cada día más prolija de las féminas.

Los eufemismos trastornan la verdad y refuerzan la doble moral, lo cual es anti-ético, me decía un amigo que una persona queriendo disfrazar la realidad refiriéndose al color de su piel, comenzó una interesante conversación con el diciendo: ¿cuando me preguntaron que como eras tú? les dije que eras un semi-moreno, alto, acuerpado… allí lo interrumpió y le dijo: ¿qué es eso de semi-moreno? ¡Si yo soy negro, tu lo que tenias que decir es que soy un negro! Y deja de cambiar la realidad.

El asunto es que cuando queremos ser tan simpáticos y agradables dejamos de lado la verdad y nos convertimos en hipócritas mayúsculos, de esto no han escapado ni aun aquellos cristianos que componen música supuestamente para honrar a Dios, pero es tan indefinida que jamás lo nombran y nunca se sabe para quien la compusieron.

La realidad no la podemos cambiar, pero si ponerle el traje hipócrita del eufemismo y de esa manera llamar bueno a lo malo y malo a lo bueno, pero ninguno de estos formulismos nos quitara la responsabilidad, ante la sociedad y menos ante DIOS.

La Verdad Única se llama JESUCRISTO y todo lo que se diga independientemente de Él para la salvación es un eufemismo, tú decides que seguir. ¡Tienes la decisión!

Por el pastor: Fernando Zuleta V.




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