lunes, 21 de noviembre de 2011

LA FIDELIDAD DE DIOS

                                                                                       

 


En muchas oportunidades nos encontramos con personas emocionalmente destrozadas, con el corazón hecho pedazos y con la certeza de que el sufrimiento por el que están pasando los destruirá y que su única manera de salir del pozo de la desesperación es morir.

Esto obedece exclusivamente a una sola cosa: no conocen a Dios y por lo consiguiente no saben ¿cómo es?, ¿Quién es? ¿Cuáles son  sus planes? y menos que esta de nuestra parte. La problemática surge al confundir información con sabiduría y referencias con relaciones. De Dios no se tener debe información, sino conocimiento y no se debe tener referencias, sino relacionamiento con El.

La información sobre Dios está en todas partes, el universo entero nos informa de Dios, una pequeña y singular semilla nos habla de Él, un ovulo fecundado que da origen a la vida, en un proceso tan complejo nos habla de Dios, aun los que lo niegan haciéndose llamar ateos, el mayor tema de conversación es Dios, ¿Por qué tanto empecinamiento de hablar de quien para ellos no existe? eso sería como pregonar que no tenemos dificultades y estar permanentemente tratando de persuadir a los demás de que para nosotros no existen. Si no las tenemos ¿cuál es la necesidad de convencer a otros de ello?

La información de Dios la dan las cosas hechas por El, incluyendo al hombre hecho a su imagen y semejanza, pero la sabiduría para el conocimiento de Él, solo viene de El mismo y no hay otra fuente para ello, por eso la verdadera sabiduría es el conocimiento de Dios. De allí que el ser humano entre mas conocimiento obtenga por sus propios medios más lo aleja del Creador, suena algo extraño, pero es la realidad que el conocimiento te aleja, la sabiduría te acerca, porque el principio de la sabiduría es el temor de Jehová, los hombres comienzan a transitar por el camino de la sabiduría cuando inician su recorrido reverenciando a Dios.

Cuando no hay fe, no hay esperanza, no hay conocimiento, no hay relación con Dios y esto es lo que hunde a los seres humanos en la desesperación y el caos sin fin. Mucha información y muchas referencias, pero nada de sabiduría y cero relaciones.

Tener mucha información, es igual a teoría sin practica, tener muchas referencias es igual al conocimiento virtual y sin comprobación real. Mayormente todo lo que sabemos de Dios es por lo que otros dicen de Él, eso es conocimiento referencial  y lo que necesitamos es relación personal, Dios no quiere hablar contigo por medio de terceras personas, El quiere hacerlo personal y directamente, pero depende de si tú quieres ese tipo de relación o no.

Querer conocer a Dios y relacionarnos con El, puede resultar altamente peligroso, ya que es indudable que seremos influenciados por su compañía, ocasionando cambios dramáticos en nuestra existencia y seguramente hay muchas cosas que no queremos cambiar.

Esto es muy incomprensible porque necesitamos su ayuda en todas las instancias, pero somos demasiado inclinados a ser solo usuarios de sus misericordias y a no corresponder con gratitud que es lo único que podemos ofrecerle, ya que por ser el Creador de todo tiene derechos sobre todo y es dueño, amo y Señor de todo. Así es que no tienes nada absolutamente que ofrecerle a Dios por sus beneficios y El en realidad no espera que le ofrezcas nada, solo que seas agradecido y la única manera de demostrarlo es reverenciándolo, esto es simple y llanamente sometiéndote a su autoridad y obedeciendo sus mandatos. Como consecuencia siempre estará de tu parte asistiéndote, auxiliándote, acompañándote y capacitándote para que cumplas con su propósito aquí en la tierra y tengas finalmente el pasaporte a la eternidad.

La desesperación y la angustia solo obedece al vacio que hay en tu corazón, porque la presencia de Dios no está en el. Uno de los atributos de Dios es su fidelidad y El ha prometido que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo y esa es una verdad incuestionable, pero tienes que apropiártela permitiendo que El more en tu corazón y te haga compañía eterna. Solo aceptando a Jesucristo como tu único Señor y Salvador. De ti depende.


Por el pastor: Fernando Zuleta V.

1 comentario:

  1. gracias Dios por tu fidelidad.
    Bendiciones hermanos desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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