Comenzaremos por decir que el fuerte es el que conoce sus debilidades y sabe sus limitaciones, por lo cual tiene control de sus emociones y apela al conocimiento mas que a la razón para sacar provecho de sus propias flaquezas para conquistar y ganar. Esto no significa llegar primero, sino hacer lo que otros no se han atrevido a hacer al ver sus incapacidades y al considerarlas insalvables.
Muchos no llegan obtener, lo que han soñado toda la vida, porque nunca se atrevieron a comenzar, porque no tuvieron el coraje para arriesgarse a perder o a ganar, siempre esperaron que las oportunidades llegaran, pero eso jamas sucedió y entonces desperdiciaron los mejores momentos de la vida esperando sin hacer nada para que las cosas pasaran. Si queremos algo no basta con anhelarlo y esperarlo, eso es conformismo extremo, las personas que triunfan generalmente han desafiado las probabilidades del éxito y nunca se rindieron ante los fracasos, la critica y el rechazo. Ellos son como el abejorro, que vuela desafiando todas las leyes de la aerodinámica e imponiéndose a lo que el conocimiento y la ciencia humana no admite, pero como el no sabe que desafía todas las leyes físicas para hacerlo, lo hace con desenfado y en completa libertad. Seguramente que si algún día llega a saber que tiene todo en contra para volar, terminaran sus ejecutorias maestras y se convertirá en un vil y rastrero insecto.
Muchos han alzado el vuelo y al pasar por lugares donde ha habido fuego abrazador se le han quemado las alas y no han tenido el valor para superar el infortunio, sino que el lamento por un accidente los llevo a vivir como paralíticos el resto de sus días y no encontraron otra cosa que hacer sino auto-compadecerse y lograr que otros les tengan conmiseración.. Cuando pasamos la linea de la descarnada realidad y nos adentramos en la fascinante fantasía, perdemos la capacidad de superar los escollos del camino y nos convertimos en una veleta que el viento hace girar caprichosamente para el lado que el sople.
La fantasía me aleja de la realidad en proporciones diametralmente opuestas, por lo cual son polos que viven en antagonismo permanente, la fantasía es intangible y se pierde en el tiempo y el espacio sin concreciones y objetivos, mientras la realidad es tangible y ocupa un espacio y tiempo real en la consecución de metas y objetivos. Los fuertes no son necesariamente los vencedores, sino los osados que desafiaron los imponderables, se calleron y tuvieron el coraje y la decisión de pararse y continuar, fueron vencidos, pero nunca renunciaron a terminar lo que comenzaron, se encontraron murallas y las derribaron, fueron derrotados en batallas múltiples, pero aprendieron de sus derrotas y arremetieron una y otra vez contra todos sus oponentes hasta llegar a ser proclamados como vencedores.
El mayor enemigo del que pelea no es su oponente, ni la adversidad, ni las circunstancias, sino la disputa en su fuero interno para convencerse así mismo de que puede vencer y es capaz de triunfar. si logras vencerte a ti mismo, siempre seras un triunfador. Esta escrito: No es mas fuerte el que conquista una ciudad, sino el que se conquista así mismo.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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