Tenemos un conocimiento somero de las personas y uno mas amplio de nosotros mismos, no total, porque si nos conociéramos en un ciento por ciento, no tomaríamos decisiones impredecibles y menos cambiaríamos de perspectiva, objetivos o dirección en la vida, el único que tiene un conocimiento total y completo de El mismo es Dios, por esa razón en El no hay mudanza ni sombra de variación. Entre menos nos conozcamos a nosotros mismos mas imperfectos seremos, aunque los antiguos filósofos no llegaron a esa conclusión, si pudieron intuir que el desconocimiento de uno mismo es una dificultad que impide fuertemente alcanzar una madurez que haga al hombre sabio.
Lo que el ser humano no ha podido entender que aunque sea el único ser viviente creado que tiene la capacidad de auto-analizarse y llegar a conclusiones que lo hagan mejorar sus conocimientos para hacer cambios en su personalidad que lo lleven a mejorar sus condiciones de vida, es que no esta en completa capacidad de conocerse así mismo, usando sus habilidades, destrezas y experiencias innatas o adquiridas con el estudio, la investigación o en otros casos producto de las coincidencias o el azar.
Aunque el llamamiento a conocerse así mismo es antiquísimo siendo un pensamiento filosófico por antonomasia, en nuestros tiempos modernos, la ciencia de la psicología lo ha levantado como pendón para pregonar sin restricciones, la enorme necesidad de conocer la psiquis (alma) del hombre con el fin de liberarlo de todos los monstruos infernales que amenazan con devorarlo interiormente, porque habida cuenta de que todos tenemos temores, se hace necesario por medio de diferentes métodos entre ellos el conductismo, puesto en ejecución por verdaderos expertos en la materia para aplicar el tratamiento indicado, que libere de los miedos que se supone son los que atan al hombre y le impiden ser feliz y desarrollar plenamente todo su potencial.
Pero la mayoría de los expertos en la materia tienen la necesidad de tratarse entre ellos mismos, porque aunque están en capacidad de ayudar a otros, no pueden ayudarse a sí mismos, esto obedece a la limitación que se tiene del conocimiento intrínseco, recurriendo al mismo método que personalmente aplica con sus pacientes, sin poner en ejecución la máxima; ¡medico cúrate a ti mismo!
La problemática surge por el hecho trágico de tratar de saber quienes somos o como funcionamos sin la participación directa del Arquitecto que nos diseño y sin tenerlo en cuenta a El, para que nos instruya y nos de directrices de como funciona la asombrosa y perfecta persona que es cada ser humano, esto sera igual, sea que el periplo sobre la tierra del hombre dure millones de años o unos pocos siglos. Porque la sentencia bíblica es: "el principio de la sabiduría es el temor de JEHOVÁ". Porque sin conocer a Dios jamas habrá conocimiento de lo que El hizo a su imagen y semejanza.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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