Es la debilidad de carácter de
creerse mejor que otros y elevar el ego superlativamente llegando a
considerar que no existe nadie mayor que
él. En el argot hípico, cuando un caballo se ve muy superior en el grupo que va
a competir se dice: "está sobrado del lote", así mismo se considera
el que sufre la enfermedad destructiva de la arrogancia. Esta clase de persona
se considera a sí misma como portadora de un cumulo de virtudes, que hacen
contraste con lo insignificante que ve a los demás. Su mundo está restringido así mismo, y lo que acontezca tiene verdadera
importancia si esta envuelto en el suceso. Por lo cual está todo limitado a su
entorno, de allí la razón por la que generalmente permanece en la soledad y la
causa por la que llega a desarrollar el trastorno maníaco-depresivo.
También está expuesto a sufrir
del delirio de persecución, al encontrarse como es muy habitual, debido a su
condicionamiento mental, solo, piensa que eso se debe a que los demás le tienen
envidia y que lo que quieren es hacerle daño. La arrogancia es un pésimo
acompañante y un detestable socio, porque no permite confianza en otros y
erosiona toda posibilidad de amistad por la tendencia perniciosa de estar por
encima de todos. Son como el inefable profesor girafales de la vecindad del chavo, que admitió que
solo una vez se equivocó y fue cuando creyó
que estaba equivocado.
La arrogancia causa efectos
desastrosos en quien la padece, por cuanto es incapaz de valorar a los demás y
de considerar sus propios defectos; una de las peores tragedias del ser humano
es la de concluir que es auto-suficiente y que los demás son ineptos e inútiles.
Esto lo conduce a la amargura de ánimo, por lo cual siempre estará enfadado, en
permanente defensiva y acumulando constante resentimiento, que a la larga lo
convierten en un déspota de siete suelas. Su hosquedad será una perturbación perenne y el
relacionamiento con el cada vez será más difícil, debido a lo exigente que
resulta, habida cuenta que se ve así mismo excepcional, por tanto entra en la categoría
del perfeccionista, que la sicología lo define en la forma patológica, como
creer que lo que no se alcanza perfectamente es inaceptable.
Imaginémonos una persona que todo
lo que el haga está bien hecho, que ninguna de sus acciones se puedan reprochar,
porque él las considera non plus ultra, que sus concepciones y opiniones no
admitan revisión porque son la última palabra, que sus ideas son las más
elevadas y superiores a todas las que otros tengan, que sea experto en un
sinfín de materias y en todas ellas, él, sea la mayor autoridad, que crea que todo el mundo está
equivocado, pero él está en lo correcto, que no acepte reproche, ni que se
ponga en tela de juicio ninguno de sus ideales, que sea incapaz de reconocer
los meritos ajenos, pero que supervalore todos sus metas y conquista atrayendo
sobre si mismo las causas del éxito si lo alcanza y echando sobre los demás la
responsabilidad si fracasa. Ese tipo de personaje sufre la terrorífica patología
de arrogancia crónica, pero aunque sea ese su estado lamentable podemos
asegurarle que en Cristo hay libertad, porque El vino a libertar al cautivo y
la arrogancia es una cárcel rodeada de barrotes de orgullo, aislada por la vanidad
y asistida por la vanagloria. Y solo Cristo desarticulara y romperá todo el
andamiaje en que esta levantada y cimentada. depende de la decisión individual de cada
uno, si quiere ser libre o esclavo. Porque no es enfermedad física sino
espiritual.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
hola... me identifique mucho con tu texto, y si confirmo que soy una persona arrogante, tengo todas caracteristicas que mencionaste.. para mi esimportante aceptar esta enfermedad que tengo pero a su vez no se como remediarlo,, quitar esa actitud que tengo..,
ResponderEliminarte agradeceria algunos consejos
mi correo es: karolgos@hotmail.com
atte karol gamarra
tengo 25 años
Bueno Karol, ya diste el primer y mas importante paso, como ha sido reconocer que tienes el problema, cuando estamos inmersos en una situación como esta generalmente negamos que exista y esto por supuesto se debe a que el orgullo impide que seamos objetivos y realistas,pero tu ya venciste a ese enemigo y comenzaste con buen pie.Adelante la victoria es tuya.
Eliminar