Es muy posible que la mayoría de las complicaciones a que tenemos que hacer frente sean derivadas del despreciable egoísmo, la tendencia a querer tener más que los demás, de desear ser más que los otros o el afán de pasar por encima de todos, siempre ha sido una catapulta que da constante impulso al malsano deseo de acaparar posesiones, reconocimiento o supremacía, esa ansia intensa que muchas veces la disfrazamos de la necesidad de superación, le ponemos el traje de una ambición sana, lanzándonos al desquiciante desenfreno de la conquista de todo bien material, con la seguridad de alcanzar la felicidad, siempre ha surtido efectos opuestos, transformándose en la causa principal de la infelicidad del hombre, convirtiéndose en un desafortunado método para lograr la paz y el sosiego, que son los que producen la tranquilidad del espíritu y que bien entendido es el que da cauce y dirección a la esquiva felicidad, la cual no consiste en la abundancia de los bienes materiales, porque seguramente estar cuidando tanta posesión, preocupados por algunos negocios que no van bien, traerán muchas noches de insomnio, la mente se nos atiborrara de ideas perturbadoras y dañinas, que hacen perder el apetito, comienza la descompensación orgánica y el mal funcionamiento de algún sistema y la enfermedad física se hace presente y unida a una actividad febril, se traduce en infelicidad total. Entonces la vida se convierte en una pesadilla estando despiertos.
La vida misma con todas sus peculiaridades, altas y bajas se presenta complicada como para nosotros agregarle dificultades no previstas y cada día acumular a nuestro derredor montañas de situaciones que la hace ir de mal en peor, cuando permites que el odio se adueñe de tus sentidos, le darás paso al nefasto resentimiento que te carcomerá las entrañas abrasándote con un fuego interno que te consumirá hasta dejar en cenizas tu existencia, si sufres el terrible agobio de menospreciar a los demás, te perderás irremediablemente la satisfacción de compartir el logro de otros y la sensación de bienestar que produce ver a los que nos rodean conquistar el éxito, si te molesta la alegría que manifiestan tus congéneres, pierdes una de las oportunidades más gratificantes que te da la vida de disfrutar de la felicidad, porque ella no se puede obtener en el aislamiento sino con el concurso de los que te rodean, nadie puede ser feliz en la soledad, si esa fuera la solución para encontrarla, los desiertos serian el lugar más reputado para hacerlo.
Si los defectos de los demás representan para ti una carga insoportable, eres dignó de conmiseración, pues no hay peor tragedia que considerar inadmisible las debilidades ajenas pretendiendo que no deben tenerlas ¿entonces qué harás con las tuyas? ¿Si no puedes soportar las que no te pertenecen, como lidiaras las propias? Solo el que tiene esperanza, puede impartir esperanza, el que no tiene fe no podrá hacer que otros crean, no puedes dar lo que no tienes, ni pretender que otros te den sin tener, "trabaja arduamente en superar tus flaquezas y estarás en capacidad de entender y ayudar a los demás a superar las suyas". La felicidad se consigue haciendo felices a los que nos rodean, si ayudas a otro a superar etapas, si lo capacitas para vencer obstáculos, si contribuyes a que deje atrás las penurias, si lo acompañas a que derrote las dificultades, si lo impulsas para que abandone la tragedia, si lo fortaleces para que supere la inopia, "si le das armas para triunfar veras crecer en él la gloria del vencedor y en ti la honra del virtuoso".
"Los hombres son grandes cuando se ocupan en sacar a los demás de su pequeñez e intrascendencia y los llevan a alcanzar las cimas del éxito", "nunca trabajes, ni te esfuerces por ser grande, hazlo para que otros sean y habrás conquistado la grandeza". "Nunca encontraras mayor logro en tu existencia que ver superar a otros sus temores, levantándose por encima de los imposibles y saber que fuiste parte decisiva en sus conquistas". Para mí los recuerdos que nunca se han borrado con el paso del tiempo, son aquellos de individuos que aun sin conocerme me ayudaron en situaciones difíciles, son héroes desconocidos que sus nombres no aparecen insertados en los grandes acontecimientos, ni están escritos en los anales de la historia, solo estan registrados anónimamente con el sello imborrable del agradecimiento eterno en las páginas de mi existencia.
Hay muchas cosas que personalmente me traen regocijo, pero indudablemente que las que han quedado grabadas con punta de diamante en mi alma son aquellas que han sido reconocidas con el paso del tiempo, por aquellos que traen a la memoria recuerdos que han ocasionado una marca indeleble en sus corazones y nos dicen: lo que hizo por mí en tal oportunidad jamás lo he olvidado o su ayuda en tal caso me permitió cambiar tal o cual situación… etc. etc.etc.
Haber sido útil y serlo aun, seguirá siendo la mayor satisfacción y el más grande anhelo de mi ser, no he encontrado ninguna cosa que me de tanta gratificación que servir, "si quieres disfrutar la vida a plenitud dedícala al servicio y siempre tendrás razones para ser feliz", es la vocación de todo ser humano tanto que el más grande hombre que ha estado en esta tierra, aseguro: estoy entre Uds. como el que sirve... y más bienaventurado es dar que recibir. Se llama Jesucristo. Imítale y cumplirás con creces tu itinerario en esta tierra.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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