La ciencia nos da conocimiento, Dios nos da
sabiduría
La diferencia es que
el conocimiento se obtiene por medios naturales (observación, experimentación,
estudio, practica, etc.).La sabiduría se
consigue por medios sobrenaturales y hay uno solo que la da y ese es DIOS.
La fórmula sencilla
para desentrañar los misterios está en tener buenas relaciones con el Creador
de todo lo que existe y estar satisfechos con lo que Él quiera revelar, pues
solo hay dos maneras de obtener sabiduría,
primero buscarla solo en Dios que es el único que la tiene y segundo
depender de lo que Él quiera darnos de ella.
Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para
nosotros (Dt.29:29)
El costoso error del
hombre ha sido el de substituir la
sabiduría por el conocimiento, porque la sabiduría te acerca a Dios y el
conocimiento te aleja, mientras ella te hace manso y humilde de corazón, el otro te enaltece,
te envanece y te llena de orgullo.
Conócete a ti mismo
otro error histórico
Cuando apareció
escrita esta famosa frase y puesta como rotulo en el templo de Apolos en
la ciudad de Delfos causo furor y la mayoría de los filósofos y estudiantes de
la época enfilaron baterías a la conquista de
ese mundo desconocido que se llama naturaleza intrínseca del hombre, ya
han pasado varios milenios desde entonces y aun retumban en el túnel del tiempo
las palabras de Sócrates, sin poder lograr el cometido final, porque dicho conocimiento jamás se alcanzara
si primero no conocemos al arquitecto de tan monumental obra maestra y nos da a
conocer los planos de tan formidable estructura, puede ser que todo funcionara
muy diferente si la premisa hubiera dicho: conoce a Dios para que puedas saber
quién eres. Lamentablemente este extraordinario pensador no tenía conocimiento
del Único Dios Real.
El hombre siempre
ha estado dando tumbos, dándole a todo
mogote un garrotazo y tratando por los medios
menos indicados de obtener la piedra filosofal o la fuente de la eterna
juventud, de esta peculiar búsqueda salen los alquimistas, probando los
elementos mezclándolos de todas formas y maneras, haciendo combinaciones que produjeran
sabiduría o vida eterna sin llegar a comprender
que solo Dios posee ambos atributos y que desea transferirlos a quien se
ponga de acuerdo con sus planes y propósitos. La Palabra d Dios sentencia: el
principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza (Pr.1:7)
La inversión de las
prioridades.
La descomposición
social ha arreciado al punto de parecer una pandemia sin opción de cura y no
por falta de esfuerzos y
de recursos de toda índole, para
conseguir revertir el mal, sino porque se usan en sentido inverso y eso
equivale a tratar de llegar a un destino específico tomando el transporte en dirección
contraria; alguien dijo: preservad al niño de hoy para que no tengas que
remendar al adulto del futuro, el foque en el 90 % de las políticas sociales
está dirigido a los adultos, todos con estructuras mentales definidas, vicios
arraigados y posturas inflexibles, dando muy poco espacio para hacer cambios
trascendentales y giros de 180 grados que les marquen un nuevo derrotero y una
nueva vida.
El tan cacareado
hombre nuevo, nunca surgirá de los cambios estructurales físicos para hacerlo
sentir cómodo y seguro, sacarlo de un rancho y llevarlo a una casa nueva y
amoblada no hará ninguna diferencia en su personalidad, ni cambiara las
perspectivas de su vida, de los muchos casos que conozco, uno en particular
sintetiza esta apreciación: estaba en el
porche de la casa resolviendo un crucigrama y justo al frente de encontraron
dos mujeres y una le dice a la otra: chica que haces por aquí, a ti no es que
te habían dado una casa, la aludida responde: si, y la vendí en 50 palos
(50.0000= bolívares) y ya me gaste el dinero y me volví para mi rancho.
Si no atendemos a la
niñez y la formamos dándole enseñanzas objetivas y precias, dirección correcta,
valores genuinos y sobretodo moral y
vida espiritual, las futuras generaciones se degradaran al punto de hacerse
inferior a las bestias.
Perdida de la moral
Si se pierde la moral
la vida del hombre se convertirá en agua sin oxígeno ¿puede existir el agua sin
oxígeno? No, de igual manera no puede existir el hombre sin moral.
Por el pastor:
Fernando Zuleta V
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