jueves, 1 de enero de 2015

HALAGOS...


Los halagos a espíritus altivos son como el fuego fuera de control, todo lo arrasa y lo destruye, porque ellos tienen la capacidad de enajenar la mente y anular la razón, lo cual hace imposible que se piense con equidad y se actué con equilibrio.

Los halagos son como una droga cuando el organismo ha desarrollado tolerancia a ella, no se puede prescindir de su ingesta con  intervalos prolongados, sin que sobrevenga la ansiedad  y comience la crisis por la necesidad de consumirla, por esa causa los que sufren de megalomanía se rodean de aduladores, porque reclaman con urgencia individuos sin carácter que con palabras lisonjeras, les aseguren que todo va bien, aun cuando el mundo se esté haciendo pedazos a sus  pies.

Anécdota: un hombre de ciencia llego a ver sus fracasos como el resultado de la envidia de los demás y haciendo un plan secuestro a un grupo de personas, para persuadirlas de que lo apoyaran y dieran crédito a su descubrimientos, que aun no eran tales por no haberse concretado y viendo la exposición unas de las victimas le siguió la corriente y se puso de su lado dándole la razón en todas sus afirmaciones, los demás sorprendidos y molestos con esta situación trataron de agredirlo, ante tal disyuntiva el secuestrador, saca de en medio a su inesperado compinche diciéndole: Ud. si es un hombre sensato que entiende a los genios, y con personas así es que se puede conquistar el mundo, le explicare con todo detalle lo que quiero alcanzar, a todas estas en un descuido de su victimario lo redujo a la impotencia y se comunico con la policía para que se hiciera cargo del lunático y fue a liberar a los que estaban cautivos y darle las gracias por haber entendido su plan, a lo que ellos replicaron: nosotros no sabíamos lo que Ud. Estaba planeando, al contrario, lo que quisimos fue reducirlo a  la impotencia, porque si la situación era difícil con un loco ,¿ cómo se iba a poner con dos?.

El asunto es que este hombre sin control, lo que deseaba eran elogios, halagos, lisonjas, todo aquello que elevara su ego y el héroe de la historia lo comprendió de inmediato y actuó sobre la marcha tan convincentemente que engaño a propios y extraños para lograr el objetivo final.

En situaciones de peligro nunca debemos llevar la contraria a quien tiene el control, sino en casos extremos cuando no existan otras alternativas.

El halago es bueno si  esta sostenido sobre estas dos bases: el que lo da lo hace con sinceridad y el que es objeto de él, lo recibe con humildad.

La historia está llena de relatos sobre individuos que se sintieron superiores a todos y se elevaron a alturas si limite, reclamando la supremacía de su grandeza y exigieron reconocimiento y promovieron el culto a la personalidad, sin ningún recato, ni medida, pero también está llena de los que se vendieron y se sometieron al vejamen de perder su propia identidad para  satisfacer el engreimiento y la altanería de quienes se creyeron mayores que los demás  y predestinados  a ser los amos del mundo.

Si no hubiera monas y monos no tendríamos monitos. De la misma manera si no existieran aduladores, no tendríamos megalómanos. La Biblia refiriéndose a estos lo llama necios y haciendo un contraste dice: la lengua  de los sabios adornara la sabiduría, mas la boca de los necios hablara sandeces, (Pr.15: 2)

Por el pastor: Fernando Zuleta V.








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