(Tercera parte).
Sin lugar a dudas la prevision ha sido el mejor metodo para evitar hecatombes o desastres, pero se invierte muchisimo mas en adquirir nuevos conocimientos, que en aprender a manejar con mayor adecuacion los que tenemos. Tal vez no necesitamos saber mas, sino manejar con óptima capacidad lo que sabemos, no es fructífero saber un poco de un gran abanico de cosas, sino todo a cerca de algunas. Somos toderos, sabemos un poco de todo, sin ser especializados en nada.
El sufrimiento mas atroz de la humanidad, no es ocacionado por el hambre o la enfermedad o por las devastadoras respuestas de las fuerzas activas de la naturaleza en retaliacion por el vejamen que a diario es sometida en todas las latitudes, longitudes y ángulos de la tierra, sino por el distanciamiento de las criaturas de su Creador.
Las contingencias no existieran si por voluntad propia dependieramos del Creador, porque El se encargaria de mantener llano y directo nuestro trancito terrenal, removiendo todos los obstaculos e impidiendo que se presentaran situaciones fuera de control.¿si DIOS caminara delante de nosotros tendríamos algun impedimnto para vivir en victoria en esta pelota de tierra?.
Caminamos por un valle de sombra de muerte, expuestos a los asoladores ataques de fuerzas incontrolables, desctrutivas a mas no poder, muchas veces desconocidas y terriblemente fatales, porque relegamos a DIOS, lo hemos ignorado y rechazamos su presencia en nosotros, de esa manera estamos huérfanos, solos y a merced de los enemigos; carecemos de armas defensivas para aguantar sus arremetidas formidables y menos ofensivas para vencerlos, todo porque en la necedad, hemos apartado a DIOS de nosotros y colocamos un gran abismo divisorio entre EL REY DE REYES y sus presuntuosos súbditos.
DIOS, no es quien a tomado las de villadiego alejándose de nosotros, hemos sido nosotros los que levantamos la barreras para que no se acerque y quienes dia a dia construimos los diques de contención impidiendo su presencia en medio de nosotros.
Por el pastor: FERNANDO ZULETA VALLEJO.
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