jueves, 2 de enero de 2014

RESPONSABILIDAD SOCIAL A NIVEL UNIVERSITARIO



Comencemos por comprender que la responsabilidad social es una cuestión de sensibilidad y de conciencia, entendiéndose como la ley moral que hay dentro de cada a individuo y que no tiene que ver con raza, religión, color, cultura, clase, sexo o edad, sino con la dignidad intrínseca la cual debe ser respetada y servida y no explotada.
El hombre en su esencia pura es interdependiente y necesita el apoyo de todos para suplir sus necesidades básicas, cada individuo complementa al otro, de allí lo variopinto de sus capacidades y lo diverso de sus inclinaciones en las artes y oficios, como la elección entre las multiformes ramas de la ciencia, del conocimiento y del saber.

No hay un ser humano que pueda sobrevivir sin el cuidado y la protección de otros, de allí surge la vocación de la responsabilidad social, es producto directo de la necesidad de la supervivencia, por no entender que nos necesitamos unos a otros, es que ha surgido el mito de las razas superiores, la estigmatización de los pueblos y la xenofobia como bagaje cultural de todos aquellos que se creen destinados por la providencia para estar por encima de los demás.
La esclavitud siempre ha tenido allí el terreno más fértil para su práctica brutal y abyecta. Siempre ha sido  una demostración oprobiosa de  clara superioridad, desde tiempos antiquísimos, el vencedor somete al vencido y lo reduce a la más mínima expresión como ser humano.

Hoy con la evolución, con los cambios y el avance de las ciencias sociales, aunque hay pocos reductos donde se practica literalmente, no se ha erradicado en su totalidad a nivel orbital, pero ha sufrido metamorfosis en todo el ámbito mundial, variando en estilo y concepción, mutando como los más letales virus de que se tenga conocimiento, pero sigue siendo esclavitud, que va desde la sexual, hasta los vicios más nocivos o las adicciones más perversas, en la ultra-moderna sociedad contemporánea.
Ante este cúmulo de diversas tendencias a tan degradante practica, 

¿Nos mostraremos indiferentes sin hacer ninguna contribución a buscar soluciones? Cada ser humano es igual a nosotros. ¿No debería interesarnos y en cuanto dependa de nosotros ayudarlos a vencer en los avatares de la vida? ¿Cerraremos los ojos para no ver la necesidad del compañero, nos taparemos los oídos para no escuchar el lamento y la desgracia ajena?

Todo hombre necesita ser ayudado cuando las circunstancias lo exigen, muy pocos tienen inclinaciones suicidas para rechazar la ayuda, porque todo hombre que se encuentra en la encrucijada de vivir o morir, siempre optara por vivir y la diferencia entre una y otra cosa puede ser nuestra ayuda.

Por convicción, por condescendencia, por necesidad o por vocación la responsabilidad social es inherente a todos los humanos, solamente que en un mundo cada día mas apático y excluyente, remplazado por las maquinas se ha hecho igual a ellas, insensibles ante la necesidad y el dolor ajeno.
La idea tan vendida y generalizada de la auto-dependencia en estos tiempos ha influenciado negativamente en la conciencia, ocasionando un deterioro muy marcado en las normas de convivencia social, que a su vez ha dado paso a la imperceptible pero cada día más abrumadora indiferencia con nuestros semejantes.

Reduciéndolo a un plano universitario, sin que podamos aminorar las consecuencias derivadas tenemos: La responsabilidad social a nivel universitario va con el compañero de aula, hasta con todos los estamentos sociales y su entorno.

El universitario debe ser la conciencia de las masas y su accionar no puede circunscribirse al ámbito netamente del claustro universitario, así lo han entendido muy bien los que han querido propulsar cambios radicales en la sociedad, por lo avasallante de su fuerza ideológica, por el empuje que genera tan enorme masa en movimiento, por el poder de su juventud y por desenfado con que acometen los desafíos.

Un pueblo sin responsabilidad social es una deformación y desvirtuación de la realidad colectiva. Un hombre sin responsabilidad social es un adefesio en las entrañas de la sociedad, un universitario sin responsabilidad social es un adlátere de la mala praxis de los corruptos.

El universitario no puede excluirse ni desenfocarse de los sucesos en curso de los que irremediablemente le toca ser protagonista y si no contribuye hoy a obtener las victorias y los cambios sociales, mañana será la víctima directa, por negarse a ser parte activa de las transformaciones del momento, arrastrando las consecuencias de la impasividad y la lenidad con que actúa en el presente.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario