domingo, 5 de enero de 2014

IMPUNIDAD





 La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas el 8 de febrero de 2005, define la impunidad como:
La inexistencia, de hecho o de derecho, de responsabilidad penal por parte de los autores de violaciones, así como de responsabilidad civil, administrativa o disciplinaria, porque escapan a toda investigación con miras a su inculpación, detención, procesamiento y, en caso de ser reconocidos culpables, condena a penas apropiadas, incluso a la indemnización del daño causado a sus víctimas.1
El significado más preciso es: la falta de castigo ante cualquier violación de la ley

La verdadera celebración del nuevo año 2014 la tuvimos en Ocumare en la calle Mariño y sus adyacencias, sector  Sabana de la Cruz, el pasado 2 de enero a partir de las 10:25 PM, cuando se desato un enfrentamiento de pandillas donde las armas automáticas descargaban andanadas de cargas mortíferas repetitivamente al menos durante una hora, continuando su enloquecedora estridencia  con intervalos aun pasadas las 4 AM del siguiente día.

Durante este periodo donde todos los vecinos de este sitio estuvimos expuestos a ser heridos o a morir impactados por las mortíferas balas de quienes tienen el imperio de la muerte en estos lugares y aun pasadas más de 50 horas de tan lamentable episodio, ni siquiera ha pasado una patrulla policial, aunque sea con el objeto de pasear o echarse aire ¿Nos preguntamos? si una balacera de esas proporciones que se escucho a cientos de metros a la redonda , no ejerció motivación de los cuerpos de seguridad del estado, no llamo su atención, ni fue motivo de alarma para quienes pomposamente anuncian reiterativamente que son los garantes de la seguridad y la paz  de la ciudadanía ¿Qué entonces llamara su atención y los impulsara a actuar?

Cuando hablamos de impunidad nos referimos expresamente a los delitos sin castigo, pero esa impunidad comienza en los encargados de mantener el orden y la ley y si ellos no tienen ningún interés en conocer los autores  y las consecuencias de hechos demenciales como el estamos describiendo ¿Cómo hacen para calificarse como garantes de la paz? Esta situación me  recuerda mucho la desfachatez y el cinismo del otrora y terrible capo del narcotráfico colombiano: Pablo Escobar, que inundo al mundo de la maldita droga y era el mecenas de centros de rehabilitación para drogadictos en su natal Medellín.

Cuando era taxista en Caracas, en muchas ocasiones transporte militares  de distintos rangos o funcionarios (policías) y en la conversación que se establecía en cantidad de oportunidades me averiguaban si necesitaba algún armamento, aduciendo que cualquiera que fuera estaban en la capacidad de proporcionarlo. Si un hombre trabajando honestamente, alejado de cualquier manifestación delictual, tenia al alcance conseguir armas de cualquier tipo ¿Qué quedaría para  los transgresores de la ley y que viven al margen de ella?

Me causa hilaridad oír hablar al gobierno de paz, cuando el brazo que ejecuta y es garante de la ley se ofrece y proporciona las armas para que se cometan los crímenes y asesinatos de cualquier naturaleza. Tenemos una colección de conchas y balas que hemos recogido y en todas dice cavim. ¿No es esta una dependencia del ejército  encargada de fabricar las municiones para los cuerpos de seguridad del Estado y el ejército bolivariano de Venezuela?

Tengo entendido que su uso es estrictamente militar ¿porque entonces cualquiera puede obtener tanto el arma como el aprovisionamiento para ellas y de esa manera armar hasta los dientes a las miles de bandas que pululan en todo el país. Aquí en nuestro entorno hay bandas casi en cada esquina y ellas dirimen su supremacía en las calles plomo limpio y los ciudadanos de a pie sufrimos en carne viva todas las atrocidades y desmanes de quienes por medio de la violencia y el amedrentamiento tienen el control de estos lugares que ni siquiera tienen comparación con el virulento y antaño  oeste americano, porque allí todos andaban armados, pero aquí solo los de baja calaña y malvivientes. ¿Será que el flamante gobierno está esperando que el pueblo tome la justicia por sus propias manos y se convierta en juez  y verdugo de sus conciudadanos? O tiene la remota esperanza que ellos se aniquilen entre sí, como las vacunas con el sistema de virus atenuados que cuando el individuo es atacado por un virus contrario despierta del letargo al que está dormido, comenzando una feroz batalla, hasta que terminan destruyéndose mutuamente dejando a la persona indemne.

Con certeza absoluta hay que tomar otras alternativas o las armas y las balas serán los únicos interlocutores de las próximas generaciones.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.

  

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