La dignidad
Dignidad significa merecer algo y es lógico suponer que se han hecho méritos para obtenerlo.Ser digno por lo tanto es una condición alcanzada por medio de esfuerzos y entrega total para lograr ese estatus y no obedece a una actitud benévola que alguien quiera otorgar. ademas de esto, no es algo que debo reclamar o exigir, precisamente una característica esencial de la dignidad, es permitir que otros la identifiquen, la otorguen y la suscriban.
La dignidad aparece entonces como un cumulo de características buenas que las demás personas descubren en otras, que con su prestancia, don de gentes y actitudes han cultivado durante toda su vida y de una manera consecuente y ordenada las ofrecen como dádiva a sus coterraneos, esa es la razón por la que escuchamos decir: es digno de respeto, es digno de elogiar, etc.
La dignidad se gana y se construye en el día a día renunciando a la lisonja y a la adulación. No se exige como una condición, ni se implanta como una ley, nada de lo que tiene que ver con la dignidad surge de la presión, infiltración, manipulación o exigencias, al contrario, entre mas dignidad se tiene menos se reclama su merecimiento, cuando las personas se creen dignos han pasado la tenue barrera que divide al hombre sensato del orgulloso y comienzan a caminar por el peligroso declive de la megalomania.
La dignidad es parte inherente del ser humano en el sentido en que fue creado como rey de la creación, recibió tal distinción al ser dotado de la razón, la cual lo hace responsable por sus acciones y lo capacita para vivir en libertad, con una completa autonomía para tomar decisiones, pero que todas están enmarcadas en las leyes morales establecidas por El Creador.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
La dignidad aparece entonces como un cumulo de características buenas que las demás personas descubren en otras, que con su prestancia, don de gentes y actitudes han cultivado durante toda su vida y de una manera consecuente y ordenada las ofrecen como dádiva a sus coterraneos, esa es la razón por la que escuchamos decir: es digno de respeto, es digno de elogiar, etc.
La dignidad se gana y se construye en el día a día renunciando a la lisonja y a la adulación. No se exige como una condición, ni se implanta como una ley, nada de lo que tiene que ver con la dignidad surge de la presión, infiltración, manipulación o exigencias, al contrario, entre mas dignidad se tiene menos se reclama su merecimiento, cuando las personas se creen dignos han pasado la tenue barrera que divide al hombre sensato del orgulloso y comienzan a caminar por el peligroso declive de la megalomania.
La dignidad es parte inherente del ser humano en el sentido en que fue creado como rey de la creación, recibió tal distinción al ser dotado de la razón, la cual lo hace responsable por sus acciones y lo capacita para vivir en libertad, con una completa autonomía para tomar decisiones, pero que todas están enmarcadas en las leyes morales establecidas por El Creador.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario