martes, 7 de abril de 2020

LOS RÍOS VIENEN DEL MAR


primera parte.

Estamos iniciando un proceso de re-dimensión de toda la parafernalia conocida hasta el momento por la raza humana. Esto se ha presentado no por el uso adecuado de los recursos que el supremo Creador nos ha obsequiado en su magnanimidad, sino por el mal uso y la depredación que hemos hecho de ellos.

No hemos evolucionado al contrario, hemos involucionado; en este momento de zozobra mundial, es cuando más preguntas se quedan sin respuesta y los especialistas en supercherías y los expertos en hipótesis lanzan conjeturas de todos los calibres, echándole gasolina al fuego y contribuyendo de esa manera a exacerbar los ánimos, creando más angustia y temor al conglomerado lleno de estupor que contempla enajenado como en un santiamén el mundo da un giro de 180 grados, creando un panorama de líneas difusa imposible de descifrar.

Las preguntas se aglutinan, como los glóbulos blancos en los ganglios linfáticos cuando un extraño invasor amenaza con atacar el organismo, así se atiborra el cerebro de interrogantes sin respuesta, que toman el atajo de la especulaciones producto del temor dominante y no del racionamiento de mente clara y equilibradas.

La especulación crea el caos y este a su vez allana el camino a la destrucción. El miedo controlado es beneficioso, pero el pánico es letal, la sindéresis se hace del control de las circunstancias, pero terror acogota la gente y embota los sentidos.

Quien es presa del pavor no tiene la capacidad de calcular las dimensiones de sus acciones, por lo cual el abismo lo atrae a sus fauces insaciables, para destruirlo.

La tierra no es un lugar seguro, de la nada surgió un diminuto ser que ha puesto de rodillas al mundo entero, emitiendo el decreto de casa por cárcel a toda la humanidad y en conchupancia con toda autoridad terrenal hace que se cumpla irrestrictamente tan absurdo dictamen.

La tierra en toda su magnitud está bajo el control rígido de un minúsculo ente, que sin emitir voz alguna proclama obediencia a todas sus decisiones. Que contradicción más disparatada, no hemos querido someternos al amor de Dios Omnipotente, creador de todo cuanto existe y obedecemos sin chistara un ínfimo ser que usando el temor nos acobarda y nos arrastra a la más hórrida pesadilla estando despiertos.

Nos hemos revelado y no obedecemos a los mandatos del Supremo Creador, pero aparece esta minúscula criatura y nos sometemos sin ningún atisbo de dignidad a todos sus designios.
Los grandes cacaos y lideres mundiales toman la vocería constituyéndose en portavoces bulliciosos esparciendo al rededor del globo terráqueo, todos los caprichos y desmanes de este minúsculo dictador. Todos los medios de comunicación, sin excepción han claudicado, inclinándose con peligrosidad al veredicto de este reyezuelo, surgido de las sombras, llenando de espantosa oscuridad la tierra.

Los ampulosos creadores del triste y celebre titanic, dijeron: este buque es tan poderoso que ni Dios podrá hundirlo. Solo se necesitaron unas pocas horas y que un pequeño tempano de hielo lo rosara y termino en el fondo del océano, como testimonio mudo de la temeridad humana.

¿Qué queda para un mundo que ha desafiado con reiteración al único Dios Verdadero, rechazando con tozuda insistencia su misericordia y verdad?

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo

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