sábado, 23 de junio de 2012

LOS CONFLICTOS EN LAS PAREJAS: SEPTIMA PARTE.




El aprendizaje de cualquier materia siempre tiene un marco teórico y uno eminentemente práctico, la teoría habla de lo que puede pasar y la práctica de lo que paso y se puede repetir. Es seguro que si les enseñamos a nuestros hijos los efectos devastadores de la droga, ese conocimiento relativo será un escudo de protección para sus vidas y un mecanismo altamente eficiente cuando se encuentren con los que transitan ese camino tortuoso y será muy difícil que sean inducidos a su consumo destructivo. Lo  que generalmente sucede es que no realizamos la necesaria prevención para evitar la aparición de la enfermedad, sino que cuando se presentan los síntomas y muchas veces siendo irreversible la enfermedad, es que queremos tener la solución  y obtener el medicamento salvador.



Si se instituyera una materia para aprender a ser padres responsables en todos los centros de enseñanza que de las herramientas y el conocimiento necesario para construir la empresa que se llama familia, siendo fundamentada en bases bíblicas y que tuviera el rango de indispensable para los futuros contrayentes, con toda certeza los hogares rotos serian una rareza y los hijos abandonados dejarían de existir, suena como una utopía, pero esa debe ser una meta a conquistar por la humanidad más importante que la de alcanzar las estrellas y conocer nuevos mundos.



Debe  de cumplirse a cabalidad con el pensum oficial, el Estado mismo debe de tener las leyes que garanticen su completa ejecución y así impedir que se materialicen uniones o matrimonios al margen de la ley y el orden, porque todo acuerdo entre parejas para convivir íntimamente tiene que llevar el cello de la responsabilidad y necesariamente debe de incluir la madurez en todas las aéreas,( sicológica, mental, moral, económica, física y espiritual) para garantizar su permanencia y la capacidad de hacerle frente a las situaciones que son normales dentro de este tipo de relación, no se puede seguir permitiendo que la falta de sentido común y la indiferencia de los individuos estén trayendo hijos al mundo para que engrosen el numero de los signados por la desgracia y la calamidad.



Hace algún tiempo  una niña de doce (12) años comenzó a insinuársele a un adulto que superaba la mayoría de edad y en unos pocos días, la trajo a convivir con él, en la misma casa paterna, nadie  reclamo, los padres del fulano ni siquiera tuvieron una recriminación para el detestable hecho, ella al parecer no tenia dolientes de ninguna clase,( se presume que la pario una macolla de cambur) porque durante el tiempo que permaneció en el lugar, no se vio que alguien se interesara por su suerte, las autoridades no se dieron por aludidas, al cabo de dos años máximo, esta niña se convirtió en madre y por la mala vida que llevaba termino yéndose, otro se la llevo no se sabe prometiéndole que, la he visto esporádicamente durante los ocho (8) años sucesivos después de eso , cuando tenía los veinte (20) sus hijos llegaban  cuatro (4)y seguramente que iría en aumento con el correr del tiempo la procreación. ¿Qué les espera a los que ya viven y a los que faltan por nacer? ¿Quiénes son responsables por semejante barbarie? ¡Todos! Porque ninguno hacemos nada ante semejante monstruosidad y atrocidad humanas, convirtiéndonos en artífices de la desgracia del mismo hombre que somos.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.



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