Por deducción o simple razonamiento
pudiéramos decir que es algo innato en todos los seres con sentimientos, sin
embargo al ver el comportamiento humano llegamos a otra conclusión y no muy
halagüeña por cierto, es importante notar como actúa el promedio del
conglomerado y que avalan superlativamente las masas, los gobiernos tienen
dinero en abundancia para comprar armamento sofisticado y cada día se preparan
para la eventualidad de una guerra a veces con enemigos virtuales o simplemente
imaginarios, pero la idea es estar listos por si acaso, y si hay
confrontaciones, mientras la hambruna hace estragos en los pobres y desheredados,
la inanición hace presa de los que se encuentran en la línea de combate de los
bandos enfrentados, hay suficiente dinero y maneras para proveerse de equipos
militares de toda índole y ninguno para sofocar el hambre y la desnutrición.
Mientras tanto los enemigos reales son ignorados.

El mundo está invadido por artículos de
consumo masivo que no pasan de ser innecesarias bagatelas, pero con una buena
promoción creando una necesidad artificial para los compulsivos consumidores, "vendiéndolos como pan caliente", usando un dicho popular que nos da claridad al
asunto. Este consumismo ha creado dependencias de cosas innecesarias y es un
enemigo mortal y real que impide que sean cubiertas necesidades básicas, y como
mecanismo para tratar de llenar ese vacío se recurre a productos y bienes que
satisfagan el ego, como substituto y compensación a la carencia de afecto
natural.

El afecto natural entraña la necesidad de
proteger a los débiles, proporcionar ayuda al necesitado y estar pendiente de
las penurias ajenas, pero esto es lo que menos nos interesa y básicamente
debido a que no nos crearon conciencia para servir y dejaron de enseñarnos la
importancia que tienen nuestros semejantes, llegamos a la conclusión inobjetable
que el afecto natural es algo que se siembra y se cultiva en las incipientes
vidas de los niños desde el primer momento en que emergen a luz, de ellos se
dice que son egoístas por naturaleza y esa naturaleza malsana es necesario
cambiarla por una dadivosa y participativa, pero para que ello suceda se hace
imperativo que tenga un hogar legítimamente constituido y unos padres que se
preocupen por conducirlos por sendas de bondad y misericordia, el problema
mayúsculo, es que la mayoría ha carecido de ese equilibrio que da tener un
hogar completo y no pueden transmitir lo que no tienen, no han recibido y no
han sido enseñados.
Sino sembramos el afecto natural, no podemos cosechar
buenos sentimientos, sino cultivamos el amor no podemos esperar hombres con corazón
tierno y perdonador, sino producimos la paz no podemos vivir fuera de las
contiendas y las guerras, sino somos practicantes de la misericordia, no
podemos esperar que exista la bondad y si no vivimos en la verdad no esperemos
que se termine la mentira. El remedio para toda esta ristra de desfases en el
ser humano está al alcance de todos, porque Él es el camino y la verdad y la
vida y se llama Jesucristo. Tu decides si lo aceptas o lo ignoras.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
Yhwh les bendiga en el nombre de Yeshua de Nazareth.
ResponderEliminarPercibo la coherencia, consistencia, relevancia y originalidad de este artículo el cual relaciono con las palabras del rey Salomón en su libro Eclesiastés, un rey que teniéndolo todo vio con preocupación el comportamiento de las personas y la manera con la que se conducían en la vida con sus vanidades ilusorias, acciones que por generaciones ha bordeado la humanidad ya que él mismo actuó con vanidades buscando satisfacer todo lo que su estado físico le solicitó y que en su edad avanzada comprendió que no era necesario sino que por el contrario le había traído cargas emocionales.
ResponderEliminarSi el ser humano pudiera entender que acá en esta esfera terrenal todo es vana ilusión, no escatimarian en modificar sus pensamientos sobre lo que significa vivir en este mundo cumpliendo con el propósito para el cual Dios nos ha enviado, asi como en aquellos tiempos la mayoría de las personas vivian para satisfacer sus vanidades, hoy podemos observarlo cuando revisamos nuestras casas y percibimos que la mayoría de nuestras casas están repletas de artículos innecesarios, así como, las redes sociales en donde las personas comparten asuntos que no edifican las vidas de los usuario promoviendo la vanidad a gran escala, considero que esto es un tema largo y profundo de abordar, no obstante, es lo que vemos, aún entre los miembros de las iglesias cristianas, las iglesias que profesan a Cristo como si el fuera el precursor de los actos más inconsistentes como por ejemplo, manifestar un evangelio de prosperidad, articulado con la abundancia de las cosas materiales desestimando las inmateriales que nos brinda la eternidad con Cristo, esto es un tema profundo de discusión.
El propósito de Dios con el hombre está muy distante de lo material y lo terrenal pero al mismo tiempo muy cercano a las promesas de una eternidad al lado del autor de lo que más valor tiene para el hombre que es la vida eterna con nuestro redentor.
Continuará...