lunes, 21 de mayo de 2012

LOS VALORES





Se entienden como actitudes positivas de las personas, donde predominan las acciones correctas y la práctica permanente de todo aquello que es moralmente permitido. Un valor es una cualidad que eleva el espíritu, da forma adecuada a la personalidad, haciendo que viva en consonancia con la verdad y ponga en ejecución todo lo que enaltece y dignifica al ser humano.




En occidente donde el fundamento principal descansa en las creencias y aceptación de lo que enseña la Biblia, han sido erosionadas las bases donde se sustentan los valores, porque se ha puesto en tela de juicio lo que ha mantenido por épocas inmemoriales el buen sentido y la práctica de los absolutos de Dios, reemplazándolos por lo espurio y relativo de los hombres.




Esto ha dañado alarmantemente el comportamiento ético y moral de la sociedad, arrastrándola a la inmoralidad en todas sus manifestaciones, degradando cada día más a sus componentes y haciendo de ella una fuente de toxinas que permanentemente envenenan y saturan con su letal pócima al grueso de la población mundial. Esto es tan evidente que en situaciones comunes, que se pueden subsanar con ejercer una poquísima dosis de autoridad, como el caso concreto del trabajo que mandaron a hacer de artística, a mí representado, al cual le correspondía hacer la escultura de la venus de wilford, estuvo trabajando muy animadamente y con mucha dedicación hasta lograr una figura de cerámica que catalogue de impresionantemente parecida con la original que teníamos en las fotografías como modelo, la llevo con mucho celo y cuidado, pero ese día la inefable profesora no apareció, para no traérsela de regreso evitando un accidente que pudiera malograr su obra maestra, opto por dejarla en el salón de clases, al otro día uno de los vivos y oportunistas que nunca faltan, usando de la astucia presento el trabajo como suyo y cuando el hijo mío, le informo a su sabia maestra del fraude del otro, su respuesta fue una demostración de la grandeza de la vocación para estas lides, que esgrimió con toda naturalidad. ¡No sé, ya le puse la nota al otro y no se puede hacer nada! El resultado fue simple, mi hijo perdió el trimestre de esa materia por no haber cumplido con la tarea.





Es impresionante ver el resquebrajamiento moral de la sociedad aduciendo como razón la libertad y recurriendo al manido truco de la discriminación para hacer todo lo que moralmente es inaceptable, se pisotean todas las leyes y mandamientos del Supremo Creador para vivir sin freno ni control en la práctica de toda la perversión posible, con el argumento corrompido de que soy libre para hacer lo que me plazca.




Ese obcecado rechazo a los valores espirituales y morales es lo que nos tiene al filo del abismo, le quitaron a los padres la autoridad sobre los hijos y el legítimo derecho otorgado por la Providencia Divina de corregirlos y castigarlos cuando la situación lo amerite, como el drama que se vivió en una jefatura, cuando fue requerido un padre por la denuncia de un menor de haber sido disciplinado por su progenitor y la ser recriminado drásticamente con la consabida amenaza de ser encarcelado si se repetía la acción por las supremas  autoridades, se levanto y dejo al jovenzuelo en la dependencia oficial y al ser llamado para que explicara porque no se lo llevaba simplemente dijo: encárguense Uds. de él, yo no voy a criar a un malandro, si las leyes no me permiten corregirlo, de seguro la sociedad puede contar con un nuevo delincuente y en eso a decir verdad, jamás podre contribuir. La ausencia de valores en la ultra-moderna sociedad, esta desequilibrando tanto a la humanidad que han llegado a la vesánica conclusión, de que nada es malo ni bueno, sino que todo es relativo y este es el resultado del caos y la anarquía que estamos transitando en esta vía dolorosa. Pero para los que aman a Dios aun esta forma moderna de iniquidad nos ayudara para bien, porque esto solo hace que se acelere mas rápidamente la venida del Señor.


Por el pastor: Fernando Zuleta V.






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