jueves, 27 de octubre de 2016

¿CUANTO VALES?

El universo de cada individuo indica la dificultad para comprendernos, los razonamientos son infinitos, los puntos de vista incuantificables, las apreciaciones incalculables, unido a esto están las influencias externas, las circunstancias, el conocimiento, el intelecto, la inclinación para hacer el bien o el mal, apetencias personales, prejuicios, orientación religiosa, fobias, carácter, personalidad y un sin numero de condicionantes que componen al ser humano en su plenitud.

Es entonces tarea tetánica crear una panacea que logre armonizar en medio de tanta diversidad a los individuos, mas de una vez he salido apaleado, tratando de hacer lo mejor por alguien siendo incomprendido, acusado y rechazado.

En el entorno familiar, que debiera ser el mejor lugar para el entendimiento, es donde hay mas confrontación y división, solo basta con hacer una  pregunta ¿cuantos matrimonios duran hasta que la muerte los separe?

La modernidad y sus apreciaciones cada vez mas excéntricas están arrastrando por pendientes peligrosas a una gran parte de la humanidad, con ideas que dejan a un lado la razón y la sinderesis; estamos caminando por una ruta plagada de minas explosivas con un alto poder destructivo, que dejan una estela de muertos, heridos y paralácticos en grandes proporciones, que no dan lugar al análisis concienzudo, porque se paso de un solo envión de la libertad con responsabilidad al libertinaje sin diques de contención.

La pecima comprencion de la libertad, aunada a la mala administración del libre albedrío se han combinado para crear una sustancia de altísimo poder explosivo que amenaza con una conflagración peor que las que ocasionaran cientos de  bombas de hidrógeno haciendo explosión en total sincronía.

En nuestros tiempos se tiene temor de una confrontación nuclear, pero la destrucción de la estirpe humana de seguro no sera por esos medios,sino por el suicidio colectivo que a nivel mundial se esta practicando en todas las latitudes, al abandonar la primera norma de convivencia, como es el respeto a los valores  morales y espirituales. 

Cuando no hay moral,no existe valla de contención que impida ser arrastrados  por la bravura de las aguas torrentosas que causan las mentes entregadas al hedonismo y a la banalidad.Cuando no hay vida espiritual esta eliminada de tajo la única posibilidad que tiene el ser humano de ser diferente a las bestias y una bestia no actúa con inteligencia, sino por instinto, sus decisiones todas son viscerales y ninguna cerebral. 

Me temo que estamos llegando en orden descendente al nivel de los animales, solo viendo el comportamiento de grandes mayorías que hacen inversiones cuantiosas en las mascotas para tenerlas en magnificas condiciones  y ninguna por pírrica que sea  en el prójimo hambriento y desnudo.

Si tiene mas valor tu perro que tu vecino, recuerda que tu mismo estas tasando tu precio.

Por el pastor: Fernando Zuleta V


miércoles, 19 de octubre de 2016

UN ESPEJISMO LLAMADO: PODER DEL PUEBLO


El hombre  necesita ser gobernado, porque es el único que viola las leyes divinas y humanas, las demás criaturas obedecen a parámetros y normas establecidas, el ser humano con la capacidad de disensión está preparado  para aprobar o desaprobar todo lo que se presente ante su elección, en algunos casos rechazara cosas buenas porque no encajan con sus pretensiones y considera que vulneran su poder de decisión o se anteponen a su estilo particular de vivir o interpretar los acontecimientos. ¿Qué potentado estará de acuerdo en distribuir las riquezas equitativamente? Y ¿Qué pobre estará en desacuerdo con que lo saquen de la inopia, dándole dinero y bienes materiales? En los dos  hay polos opuestos, por razones valederas en ambos lados, el primero considera que se le violan sus derechos y se le conculca su libertad, el segundo argüirá que se le reconocen sus legítimas pretensiones y que se está haciendo justicia.
Los ricos seguirán siendo la minoría, pero son los que tienen el poder que otorga el dinero para tomar las decisiones por las mayorías, ellos componen una élite cerrada donde solo pueden entrar los que estén de acuerdo con sus políticas y decisiones y es lógico pensar que todo lo que instauran siempre tendrá como objetivo acrecentar su fortuna y aumentar su poder de control sobre todos y en todo. Son ingenuos quienes creen que alguna de las políticas de los países altamente industrializados van en beneficio de determinados países asociados por algún subterfugio que eufemísticamente llaman tratado o convenio y por lo cual será ventajoso para los que lo suscriban, este solo tiene puntos a favor del que es poderoso y usando de artimañas, presiones o métodos poco convencionales pero efectivos, llevan adelante acuerdos donde las pérdidas siempre las asumen los débiles y subdesarrollados. ¿Qué políticas neo liberales han estado a favor de los países pobres o en desarrollo?¿cuando un capitalista crea y ejecuta políticas beneficiosas para los desposeídos?.
Las cosas funcionan muy simples, tenemos la élite gobernante que dictamina el funcionamiento político-económico del Estado. Se pretende hacerle creer al pueblo que se aplica la democracia (gobierno del pueblo) en toda su magnitud y se repite la muletilla permanente de gobierno participativo y protagónico. Su estructura sigue siendo piramidal, como la del antiguo imperio romano y solo han cambiado los nombres, los escenarios y los protagonistas, pero los métodos han permanecido inalterables.
Presidente-----------------------------------------cesar
Asamblea nacional-----------------senado romano
Estados---------------------------------------provincias
Municipios------------------------------protectorados
El pueblo-------------------------------------los esclavos
Todo el poder para el pueblo es un eufemismo y es una manera de control y manipulación, muy disimulada y ladina. Veamos como funciona: toda consejo comunal, colectivo o el nombre que quieran poner, no tiene importancia, lo trascendente es cómo es su funcionamiento. Cada grupo de estos tiene un líder, jefe, representante o director, eso tampoco tiene importancia, lo que sí hace la diferencia, es que el que funge como  gran cacao, está sujeto a una autoridad superior, que puedes ser un ministro o presidente de algún ente del Estado, que a la vez depende de un grupo cerrado que es donde se toman todas las decisiones y se transmiten desde el órgano más alto del gobierno al último eslabón de la cadena, que llega al grupúsculo, recibe las órdenes y ejecuta las acciones y se la creen y piensan que son ellos los que están tomando decisiones, cuando en realidad han sido hábil y groseramente manipulados.
Creyera que las cosas en realidad son distintas, si fueran diferentes las ejecutorias, pero cayendo en el mismo manoseo y haciendo lo mismo que los antecesores, allí no se ve por ningún lado la diferencia entre unos y otros, sino más de lo mismo como se dice de manera coloquial.
Los cambios jamás llegan por lo que se dice, sino por lo que se hace, las personas son muy susceptibles de influenciar, pero cuando con reiteración se les engaña y se les miente, también cambian con mucha facilidad sus perspectivas y orientación política quitando el apoyo a quienes defendieron a ultranza y con verdadera pasión, el refrán que forma parte del acervo cultural  y extraído de la sabiduría popular dice: amor con hambre no dura.
Si Ud. Llega a un rancho, donde se encuentra con el cuadro de tres niños con hambre, mal vestidos, insalubre, la madre con chikungunya y el padre abatido por que no tiene ni dinero, ni trabajo y presenta las bondades de todos los cambios que se originarán en el futuro con la revolución bonita y explica con lujo de detalles cómo van a estar dentro de algunos años, sin aportar una solución inmediata a la depauperada familia, le aseguro que si el jefe del hogar tiene un machete, plan de machete es lo que le sobra. Ese no es un momento para hablar de lo hipotético, sino para hacer lo práctico y lo razonable, ahora lo que hay es que actuar, cubrir las necesidades de inmediato, medicinas para la mujer enferma, aseo para la casa y comida para los infantes y buscar una solución al desempleo del progenitor, esas personas van a valorar lo que se hizo por ellas y sin que diga una sola palabra de sus preferencias partidistas ellos respaldaron sus iniciativas y apoyaran sus inclinaciones políticas. La revolución pierde su encanto y atractivo cuando se usa como plataforma para satisfacer anhelos personales en vez de estar encaminada a soluciones del  conglomerado.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.




jueves, 6 de octubre de 2016

¿QUE SE ESPERA DEL REVOLUCIONARIO?

El revolucionario no puede ser oportunista y aprovechador de las circunstancias para conveniencia personal, todo el que se ponga el traje de revolucionario ineludiblemente está obligado a pagar el precio por sus convicciones y no podrá desmarcarse de los compromisos que ello implica. En la verdadera revolución no puede existir diferencia entre la vida y la muerte, porque el revolucionario vive para la revolución y muere por la revolución.
Si alguien se suma a una revolución para alcanzar dividendos, es un oportunista que solo lo motivan apetencias personales, individuos de esa calaña son los que se venden al mejor postor, por lo cual su presencia en ese ámbito son como los quistes en los ovarios de las féminas que obstruyen el paso de los espermatozoides para la procreación, impiden la fecundación del óvulo,  oponiéndose a la formación de nuevas vidas, los revolucionarios solo de nombre son los causantes del desprestigio, de la incapacidad y del deterioro de las ideas y propuestas de toda revolución ; cuando miramos en la historia de todas las revoluciones nos encontramos con la nada agradable  realidad de que los que acabaron con ellas, no fueron tanto las ideas equivocadas o medios poco ortodoxos para mantenerlas, sino el enjambre de zánganos que las convirtieron en plataforma para lucro y renta personal.
El peligro mayor para toda forma de revolución son los agregados a ella sin identificación con sus consignas, credos y los procesos que implican el modelo implícito y explicito de ellas. Primero porque en la parte interna no están convencidos por sus propuestas y es imposible de defender con el corazón lo que no se acepta con la mente, segundo, si  no existe la convicción certera de que vale la pena asumir los riesgos, serán incapaces de manifestar en lo externo con hechos concretos, porque en la revolución las palabras por razones de ética y practicidad deben ser respaldadas por acciones concretas. La revolución no admite divorcio entre palabras y concreciones.
La revolución atrae violencia, como el imán al hierro, porque ella es una confrontación directa e ineludible entre pensamientos y enfoques de diferente índole y como somos muy poco inclinados a dar soluciones por medios pacíficos y del dialogo, entonces recurrimos a los instintos cavernarios de resolver las diferencias usando la ley de los trogloditas, el que golpee más duro y con mas certeza ese será el ganador de la confrontación de las ideas, porque fueron ideas las que dieron origen a la revolución, pero la forma de dirimir sus  beneficiosos resultados, casi nunca fueron los acertados, dejaron las batallas de la mente y se liaran en formidables confrontaciones físicas, dejando de usar la razón y dando paso al temible síndrome reaccionario de violencia. Cuando se acaban las ideas racionales en la mente que producen vida, comienzan guerras irracionales en los campos que producen muerte.
Toda solución guerrerista, es consecuencia de incapacidad mental, porque la declaración de la guerra por las razones que sean, es demostración de que la mente no funciona con cordura y equilibrio, los hombres sensatos jamás agotaran la capacidad de diálogo y entendimiento, por la sencillez de que la mente no tiene límites y en ella es donde está el taller que crea las ideas por lo cual tampoco estas, están limitadas.
EL  uso de la fuerza para imponer las ideas es un acto que desde su origen arremete contra la dignidad y la integridad del ser humano, porque anulamos los pensamientos por el poder de las armas e implantamos los nuestros, usando métodos para someter e infiltrar, no para convencer y adherir. ¿Quién pude estar a gusto cuando es obligado a pensar como otros quieren? ¿Quién se siente agradado de jugar con reglas  impuestas por la fuerza?
En el mundo contemporáneo han variado los métodos para convencer, pero el fondo a permanecido inalterable y cuando se acaban los argumentos y hemos sido incapaces de llegar a acuerdos que satisfagan a las partes involucradas en las contiendas ideológicas, entonces recurrimos al poder y la fuerza usando las armas físicas para ganar las disputas, esto deja claro, que siempre hemos sido proclives a dar soluciones de esta manera, porque no pocas veces en la historia vemos como los ejércitos daban ultimátum a sus contrincantes y cuando reconsideraban que eran superiores en poderío y fuerza, con simpleza pasmosa imponían las condiciones de paz, que en forma general no eran otras que esclavizando a sus súbditos  desposeyendo de todo bien tanto material, físico, moral  y espiritual. Por esas razones muchos se negaban y peleaban hasta ser borrados literalmente de la faz de la tierra y por las mismas causas hoy en pleno siglo XXI, los pueblos se niegan a claudicar ante las potencias extranjeras y prefieren la confrontación mortal, que el sometimiento a los caprichos de los que se consideran los amos del mundo. La revolución implica obtener conquistas  y si no se consiguen a la buena, entonces será a la mala y aparece la  fuerza y el uso de esta es la más típica expresión de violencia, porque aunque todo se comienza con argumentos, a la medida que estos van perdiendo su eficacia y valor, entonces sin variación de ninguna naturaleza se recurre a su implementación por la fuerza y esta somete y el sometimiento es la clara manifestación de la violencia, porque se conculcan los derechos avasallando sin contemplación.
Lenin tomo por asalto la desacreditada y depauperada dinastía de los zares de Rusia representada en la familia Romanov y con 40.000 mencheviques tomo el control de la antigua monarquía y a medida que fueron creciendo sus simpatizantes, las purgas de sus enemigos políticos alcanzaron dimensiones de un verdadero holocausto para el pueblo ruso y después de  muerto este, lo heredo Stalin, del que no cabe duda que fue superior en saña y atrocidades de su antecesor contra quienes eran o se sospechaba que le adversaban y por lo cual la eliminación física resultaba en la formula segura, para permanecer ejerciendo su tiránica y despótica revolución y así continuo por setenta años, donde los que tenían el control político y militar imponían su clamorosa revolución comunista, haciendo cada día la vida más intolerable para las enormes masas de personas desposeídas de lo elemental para vivir y una pequeña élite vivía como los antiguos zares que ellos mismos combatieron hasta extinguir ¿Cuál fue la diferencia?, solo el cambio de nombre, porque dejo de llamarse, la Rusia zarista y adopto el del imperio ruso comunista, pero las clases obreras por quien y con quien se hizo la revolución siguieron en sus abyectas condiciones de antaño y en muchos casos pasaron de lo malo a lo paupérrimo.
Es tanta la escases de ideas para la paz que todos los países con contadas excepciones se arman a diario y con prontitud, con los sofisticados sistemas de ataque destructivo, que llaman en su mayoría eufemísticamente “armas defensivas”. Presupuestos escandalosos aprueban los parlamentos o cámaras de los gobiernos según su estilo o características de gobernar, para la investigación y consecución de cada vez más letales y modernas armas o para la compra de los que no tienen la tecnología de punta para producirlas, pero de una u otra manera todos invierten cuantiosos recursos económicos en este campo terrorífico que solo  dibuja en el mundo el cuadro dantesco que producen las acciones belicosas en cualquiera de los lugares donde se realicen. En toda confrontación armada los escenarios se transforman en paisajes macabros, que muestran con claridad pasmosa los instintos primitivos de quienes dirimieron sus contiendas por medio de acciones violentas, dejando el camino de las ideas y tomando  el atajo de la violencia.
¿Por qué no hay escuelas para la paz?, ¿por qué no hay universidades para la paz? ¿Por qué es una constante en todo el mundo los sitios de adiestramiento militar y los lugares de entrenamiento guerrillero?
¿Cómo podemos proclamar una revolución pacífica pero armada? Como lo hacía con reiteración y con el toque natural de amenaza a sus opositores el desaparecido líder Hugo Chávez Frías. ¿Se puede creer que una revolución armada hasta los dientes, quiere su implementación por medios pacíficos? Como decía mi abuela, ¡eso no se lo cree ni misia escopeta!
Las armas siempre han sido el cementerio de las ideas, porque su más grande aporte para la humanidad es acallar las voces opositoras  seleccionándolas literalmente por medio del exterminio físico, para que sus propuestas o ideas no se propaguen y logren nuevos seguidores.
No dudo que la humanidad está entrando en el túnel de la incapacidad de generar ideas que marquen los caminos de paz y como respuesta a esa incompetencia recurre a la creación de un monstruo más  terrible que frankenstein, porque este solo fue de ficción, pero con el que lidiamos en el presente es de pasmosa  y terrorífica realidad.
El organismo humano recurre como medio de superar las deficiencias, al no poder producir el elemento que le corresponde para mantener el equilibrio, con el hiperdesarrollo de esa glándula como mecanismo de compensación, es el caso conocido del hipotiroidismo, la tiroides es del tamaño de un grano de arroz  y cuando hay insuficiencia de yodo, su mecanismo defensivo es crecer y aumentar con tal desproporción  hasta hacerse visible y aumentar miles de veces su tamaño original, esto es conocido como bocio, creo que de esa misma manera reaccionan la incapacidad para dialogar y construir los puentes que mantengan a la humanidad conectada a la paz y al sosiego y como hay deficiencia de humildad para aceptarnos como somos, cada uno con defectos y virtudes, recurrimos al orgullo de creernos mejores y propiciamos el ambiente adecuado para someter y subyugar usando el medio menos indicado pero más brutal e inhumano: la guerra que impone por medio de la fuerza y la violencia y el sometimiento a ultranza al no poder conquistar por el don de la palabra y el ejercicio de la tolerancia.
Al faltar el elemento que traiga equilibrio, surge la inclinación de la balanza propiciando el natural desequilibrio, pero todo sucede porque el interés no es mutuo sino oprobioso y tendencioso para favorecer grosera y de manera desleal a una de las partes involucradas en las disputas. Se puede demostrar en gráfica y en práctica, cuando presenciamos o estamos
relacionados con un choque de vehículos, de manera general ninguno acepta que es culpable, siempre su visión de los hechos es parcial y usando todos los argumentos tratara de demostrar que el otro individuo fue el culpable, pero yendo más lejos se pone de acuerdo con el fiscal y lo soborna para que aparezca como la víctima inocente que no tuvo nada que ver con el accidente y aunque tenga documentos vencidos o le falte algún papel requerido, si paga, sale indemne del asunto.

La revolución de las masas quiere obtener resultados que cambien las circunstancias del presente, porque se han convencido que lo que está pasando tiene que sufrir transformación radical, por cuanto el sistema imperante es ineficaz y opuesto a los intereses generales de quienes desean imponer nuevos derroteros para reemplazar los que existen o porque cumplieron su tiempo  útil o son inoperantes o incapaces de mejorar las condiciones presentes, en este sentido toda revolución es enemiga acérrima de la anterior, por cuanto con sus nuevas concepciones están tratando de demostrar que el sistema esta errado y sus políticas son equivocadas. Aquí se hace bueno poner en práctica el antiguo consejo que dice: “escucha a todo el que cree tener la razón, pero sigue al que tenga los resultados,”  como de trata de acciones que dejan la confrontación verbal, y  se enfrentan en el terreno físico y  el libreto está  escrito para desatar los demonios de la barbarie y su rol  principal se llama violencia, es importante saber que queremos y cómo lo queremos.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.

¿POR QUÉ FRACASA LA REVOLUCIÓN?

La revolución deja de ser dialéctica y se transforma en llama explosiva de odio y resentimiento que abraza a todo aquel que no sea seguidor de sus postulados, creencias y doctrinas, en este estado se deja por completo a un lado la discusión con argumentos y razonamientos y se impone por la fuerza de las armas el criterio, las ideas y pensamientos del fuerte y el opresor. Allí en esa etapa la revolución deja  a un lado las armas del convencimiento de la dialéctica y el diálogo y echa mano  de las violentas que tienen su clímax cuando se cancela el intercambio de ideas y se usan las armas, el método convencional de las palabras dio paso al uso indiscriminado de las armas. Es el la barbarie en todo su despliegue virulento y carente del mínimo sentido común.
Cuando me muestren una revolución política sin derramamiento de sangre, les mostrare una guerra sin muertos en combate. El revolucionario tiene que estar apercibido y ser consciente de que la defensa o implementación de una revolución reclama su cuota  de sacrificados y que al asumir su rol de protagonista está en la lista de los probables mártires. Por esa simple razón, todos aquellos que hablan de revolución, como mecanismo para hacer los cambios de cualquiera sea la naturaleza en un país o región deben de conocer todos los riegos que conlleva ser participante activo y ponerse al  servicio de los objetivos que persiguen.
Karl Marx acuño la célebre frase: “la religión es el opio de los pueblos”, es posible que los escrúpulos morales de los creyentes en Cristo y su mensaje del amor pudo ser muy molesto para sus pretensiones, porque el establecimiento de su sueño dorado significaba un mundo   ateo en toda su dimensión y todas las religiones creen en uno o varios dioses y por supuesto esto se levantaba como una enorme barrera para la concreción de sus postulados filosóficos, que de plano excluye cualquiera sea la creencia, con excepción  del humanismo como religión, que tiene como  dios, al hombre.
Todo el que quiera tomar parte de la revolución política, si en verdad cree en ella, se tiene que despojar de toda pretensión de adquirir bienes materiales aprovechando las oportunidades, que de hecho, se presentaron en abundancia, el que se hace llamar revolucionario a escogido el difícil camino de ser servidor de todos y esto no lo hacen sino los hombre de grandeza de espíritu, que tiene como mayor ambición ser de utilidad a los individuos, sin importar el precio que tiene que pagar, al dedicarse al servicio. ¡Servir no es gratis tiene un altísimo costo!.
En estas circunstancias el revolucionario tiene que olvidarse de sus pretensiones y cambiarlas por suplir las demandas del conglomerado, no puede jamás centrarse en objetivos personales de ninguna índole, sino en los que sean de rendimiento para satisfacer las necesidades del colectivo.
El genuino revolucionario tiene que tener una disposición permanente de renunciar a todo aquello que estorbe en los planes para conseguir el beneficio de las masas, porque su centro gravitatorio está en obtener todo lo que sea de provecho para las personas y no en dividendos propios. Cuando el que se hace llamar revolucionario comienza a obtener lucro por su condición de serlo, ha abandonado por completo el origen de sus ideas y las ha cambiado por las que surgen del oportunismo engrosando el aparataje de la  voluminosa corrupción.
Esa es una de las razones por la que las revoluciones no permanecen, porque muy pocos pueden resistir la tentación de apropiarse de los ingentes recursos que produce el estado.
El daño más significativo a las revoluciones se lo han hecho los que han alcanzado los cargos de vanguardia y después que comienzan a disfrutar de los privilegios de estar en los primeros lugares terminan  tomándole el gusto a su posición cimera, apareciendo la amnesia selectiva olvidando de dónde vienen y  los postulados que pregonaron como metas  generales y las cambiaron por objetivos personales. La revolución es un completo fracaso cuando se cambia el enfoque de las necesidades ajenas por el disfrute de la apetencia   personal. En este sentido es reemplazado el origen y las motivaciones que la provocaron, por los privilegios que se obtienen al ocupar posiciones de poder.

Jamás la revolución puede tener como objetivos la conquista para alcanzar metas personales, sino el vehemente deseo de beneficiar a todos los individuos, el auténtico y genuino revolucionario renunciara a todos sus derechos para conquistar los derechos ajenos, el que se hace llamar revolucionario tiene su pensamiento en servir a quienes lo rodean y no en que le sirvan los que le siguen.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.

EL NACIMIENTO DE UN REVOLUCIONARIO

El revolucionario es engendrado por las fuerzas gravitatorias de un Estado que  ha propiciado  la mala praxis del ejercicio de la política, cuando el sistema se ha vuelto clientelar y por consiguiente sólo tienen acceso a los bienes y servicios aquellos que son correligionarios del gobierno de turno. Este acumulamiento de ira va creando en el interior de los individuos una fuerte presión, que llegado el momento no puede resistir, porque su capacidad de aguante ha sido rebasada, causando un estallido que es imposible de cuantificar y de cualificar.
La revolución por lo tanto comienza  adentro, se inicia en el fuero interno y es alimentada por el resentimiento y cada vez que se comete una injusticia contra un ser humano se adereza, se sazona, y hace crecer el deseo  de acabar con todo aquello que representa el sistema imperante causante del su dolor y la angustia. Por eso es que toda revolución va a favor de alguien y contra alguien, es el mismo sistema que origina el antagonismo en las masas y crea el odio y levanta las barreras del divisionismo y cuando se hace irresistible se desboca en las abyectas  confrontaciones, donde la consigna principal es vencer al precio que sea. Aquí jamás se tendrá en cuenta los métodos, sino los resultados, por esa razón las revoluciones políticas son infames y sus secuelas son el rastro de muerte y de barbarie que dejan a su paso, sin la mínima muestra de piedad y sentimientos hacia sus semejantes.
Lo primero que saca a relucir el que ha sido picado por el germen de la revolución es el inconformismo con el sistema vigente, creando el caldo de cultivo para que se incuben los huevos que dan origen a las larvas de donde emergen después de su metamorfosis los insectos que son los vectores para generar las revueltas más virulentas y sanguinarias del género humano, porque  todos los que se sientan oprimidos, avasallados, amargados, incomprendidos, explotados, rechazados, ignorados, defraudados, depauperados o simplemente indignados con los procedimientos y acciones de las elites gobernantes toman partida en las nuevas propuestas emancipadoras que el liderazgo opositor manifieste.
El revolucionario nace porque el estándar de vida de los pueblos ha descendido a los más bajos niveles de tolerancia y aparecen en su currículo la miseria, la explotación, el hambre, la desnudez, las enfermedades tanto físicas, como espirituales, donde no son cubiertas ninguna de sus necesidades básicas, haciendo que la vida sea un oprobio y una desgracia, al fin se dan cuenta   de que han sido marionetas movidas por los hilos de la ambición  y el desprecio de los que están en los círculos de poder y autoridad y cuando los pueblos pierden la confianza  surgen las fuerzas monstruosas  de la desesperanza que ninguna consecuencia por sus acciones, los hará volver atrás, se comportan como el león macho iracundo, ninguna cosa lo persuadirá para regresar cuando ha emprendido un ataque contra algo o alguien. Un pueblo sin esperanzas ni la muerte segura servirán de muro  de contención cuando ha comenzado a andar por el peligroso declive de la insatisfacción y es flanqueado  por el descontento y la amargura de ánimo.
La desesperanza tiene la fuerza para  anular la capacidad de vivir y como reacción avanza sin detenimiento hacia el encuentro con la muerte, porque la fatalidad la hace ver como el medio de salvación, esa trágica situación es la que hace que no tienen freno ni control ante el peligro inminente y por motivaciones sin miedo a lo que suceda es que se hace indetenible y arremete con ferocidad y furia incontenibles  contra todos y todo lo que considere la causa de su desgracia.
Un hombre sin esperanza camina sin dirección, porque llega a la fatal conclusión que no hay ninguna razón para pelear las rudas batallas de la vida, pero un pueblo sin esperanza es una aglomeración de fuerzas irresistibles y formidables que pueden  generar su propia destrucción. El presente saturado de dificultades sin opciones de revertirlas y de realidades que superan la capacidad de aguante, el estrés producido por la insatisfacción de no disponer de lo elemental para una  vida sin sobresaltos, la angustia generada por el temor de un futuro incierto y la carencia absoluta de la seguridad son elementos que incuban las terribles fuerzas destructivas de los pueblos y los impulsan a ejecutorias desesperadas y esa es la razón por la que escuchan los cantos de sirenas prometiendoles llevarlos a puerto seguro, pero no saben que al seguirlos han firmado su propia ejecución sumarísima.
Todo ser humano en sus entrañas alberga un volcán dormido y cuando por diferentes razones es despertado, hace erupción mortífera llenando de gases letales el ambiente que lo circunda y esparciendo la piedra derretida en forma de lava ardiente, por su alta temperatura como demostración irrefutable que salió de su estado comatoso y ahora resulta extremadamente peligroso estar en sus contornos.
Las multitudes encolerizadas arrastran por su volumen grandes cantidades de simpatizantes y  seguidores y aun cuando la mayoría no tienen claridad sobre lo que hacen, su fuerza avasallante los envuelve en una nube de peligrosos gases que al ser absorbidos por la vía respiratoria envenenan la sangre con la mortal bacteria del odio, que transferida a la acción se convierte en huracán tipo 5, destructivo y mortal a más no poder.   
Cuando el odio inunda el corazón y es admitido en el cerebro como huésped, toma el control del individuo eliminando la capacidad de razonamiento y haciendo que sus reacciones sean viscerales y no cerebrales, esto por supuesto da como respuesta a la confrontación reaccionaria donde queda  excluida en su totalidad la razón  y la sensatez. Esta es la respuesta mezquina de los sentimientos al tomar el control de las emociones, dejando de gravitar el sano juicio y siendo reemplazado y  suplantado por la intolerancia y el resentimiento.
Cuando las personas son despojadas del control natural que ejerce la conciencia, se les quita la barrera de protección que impide que se hundan en el estado demencial que origina la ausencia de dominio propio y el equilibrio. Se convierten en naves a la deriva que han perdido la dirección porque el timón se ha roto y son arrastradas por la furia de la tempestad que se abate sobre ellas, empujándose a que se hagan pedazos al chocar con los escollos que en estas condiciones son imposibles de evitar.

Al perderse la voluntad que ha sido moldeada por la incertidumbre y arrastrada sin encontrar oposición a la convergencia de ideas convulsionadas y carentes de recato se comienza el peligroso camino de dar respuestas movidas por el impulso de los sentimientos y no accionadas por la sensatez y el equilibrio emocional. Al perderse la capacidad de raciocinio, las acciones son guiados  por los sentidos y en respuesta a ellos actuamos con impulsividad sin dar opciones a las ideas que necesitan razonamiento y sindéresis
Por el pastor: Fernando Zuleta V.

¿QUIEN GOBIERNA?



Cuando no domina el espíritu, manda la carne.

El espíritu al ser parte de la naturaleza  de Dios, siempre hará lo que manifieste la voluntad del Supremo Creador, mientras la carne estará reclamando su procedencia terrenal, tanto que hasta la misma gravedad  la llama con permanente obstinación y perseverancia a sujetarse a su atracción fatalista. Ese es el resultado del envejecimiento del cuerpo y la tendencia al deterioro constante, lo pide la tierra, porque la sentencia divina es clara y contundente: tierra eres y a la tierra volverás. Esa es la razón por la que la biblia declara que cuando hay muerte física, el espíritu vuelve a Dios, el cuerpo a la tierra y el alma según allá vivido en la tierra tendrá un lugar de tormento o de paz en la eternidad.

Queda claro que la tricotomia del hombre se rompe por completo con la muerte y cada elemento constitutivo retoma su origen, todo obedece un plan de Dios que manifiesta su sabiduría haciendo uso de su soberanía, la cuestión es que no solo se manifiestan estos atributos al crear al hombre, allí también sobresalen la santidad, la misericordia eterna, su amor ilimitado.

El problema grave lo tiene el hombre cuando intenta conocer a Dios por medios humanos, usando solo su entendimiento natural, capacidad analítica, deductiva e inductiva, la observación, mente, razón y sentimientos. Tanto la creación como su Creador es permanente escrutinio del ser humano tratando de entender a ambos, sin poder lograr ninguno de sus objetivos.La causa es sencilla sino entendemos lo que existe y es visible, menos lo haremos con su Hacedor y lo que es invisible, esto obedece a la obsecacion del hombre de tener respuestas sin querer contar con la fuente donde se originaron los hechos, somos arqueólogos buscando en las ruinas las explicaciones a las civilizaciones pasadas y las causas de su desaparición física, creyendo que allí encontraremos las respuestas a las preguntas existencialistas que tanto nos hacemos.

Las cosas nunca explican quien las hizo. El que las hizo es el que puede explicar como las hizo. Ejemplos hay por montón en el plano terrenal hechas por terrícolas, pero como no conocemos la metodología usada, resolvemos el dilema achacandoselo a los extraterrestres, las pirámides, los menhires, los dolmenes, las lineas de Nazca, etc.

Nos hemos olvidado por completo que el Arquitecto del Universo, esta con nosotros y que todas las incógnitas que surgen en la dimensión de este inescrutable universo, están a buen resguardo en su mente mirifica y que para llegar a ese vasto conocimiento debemos tener la mente de Cristo, porque en El, fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de El y para El (col.1:16)

Por el pastor: Fernando Zuleta V.







                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   

lunes, 3 de octubre de 2016

¿...Y AHORA QUE?




Después de conocer el resultado del plebiscito por la paz, no podía salir de la perplejidad y el asombro y solo atinaba a preguntarme ¿... y ahora que?

Sueños rotos, esperanzas truncadas, vidas desorientadas, planes desechos, presente de angustia y porvenir incierto, eran algunos de los pensamientos que se agolpaban en mi cabeza al considerar este asunto, sin poder darle una explicación razonable a tan increíble resultado.

¿Se extinguió el sentido común?; ¿es la misericordia una ficción? ¿el perdón no existe? ¿estamos tan acostumbrados a la guerra que la cercanía de la paz nos asusta? las preguntas iban y venían sin respuestas que aplacaran el animo quebrado, que dieran  quietud al espíritu angustiado.

Pienso por mi, pero me doy cuenta que es el estado de millones de colombianos que el rió de la intransigencia  arrastro  al mar de las tormentas.

Hemos compartido esta tierra,  gobernada por individuos carentes de ética, la mayoría inmorales, personas que solo han querido obtener beneficios ´personales y lo reunido en el botín de la corrupción repartido con su entorno cercano para permanecer en el poder. No todo es malo, ni todo es bueno, tomemos lo ultimo y desechemos lo primero, necesitamos reconocer los beneficios de la paz y las consecuencias funestas de la guerra.

Nunca he seguido a ninguna doctrina filosófica, jamas he sido practicante de ningún credo político y menos fanático de alguna religión, mi fe y creencias están Jesucristo y la Santa biblia y mi entendimiento, confianza y seguridad descansan allí. No puedo rechazar y menospreciar al hombre con sus aciertos y equivocaciones, eso seria hacérmelo a mi mismo, porque formo parte de este entramado y variopinto grupo llamado humanidad.

No podemos esperar de los demás lo que somos incapaces de dar, ¿por que queremos extender la mano para recibir y cerrarla para dar? El que es incapaz de perdonar jamas debería pedir perdón, siempre queremos los beneficios de la paz y rechazamos las consecuencias de la guerra, pero nos negamos ambos resultados, nadie quiere poner los muertos en la guerra y tampoco pagar por los resultados de la paz.

Solo queremos obtener beneficios, sin hacer sacrificios para conseguirlo, así somos las mayorías, como consecuencia los buenos resultados son pírricos y los malos en abundancia abrumadora, pero seguiremos reclamando que somos merecedores de vivir mejor sin hacer nada para alcanzarlo.

Nunca podre entender al hombre sin Dios, porque es como los agujeros negros, nadie sabe que hay en tan densa y negra oscuridad.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.

sábado, 1 de octubre de 2016

PAZ




La paz es la liberación del odio
es usar la voluntad para amar
es quitar el resentimiento del corazón

es tener libre albedrío para ser feliz

es la autodeterminación de vivir en armonía
es ser independiente de la intolerancia
es tener autonomía para decidir como vivir
es la liberación de la frustración que produce el miedo
es la excarcelacion del yo, prisionero del temor
es la emancipación del yugo de la venganza
es la franqueza del corazón libre de ataduras
es la espontaneidad de la vida libre
es disfrutar la familiaridad con todos los que nos rodean
es la sinceridad manifestada en acciones gratas
es la confianza exteriorizada de un mundo mejor
es la sencillez de disfrutar la cordialidad
es la facilidad para dar sin reservas, ni condiciones
es la soltura para expresar los sentimientos de gratitud
es el atrevimiento para practicar la misericordia
es al osadía manifestada en el perdón sin condición
es la licencia para construir una sociedad en armonía
es la dispensacion del bien y de la gracia
es la exención de liberar de la angustia y el dolor
es el permiso a la voluntad para enseñar la benignidad
es el privilegio de compartir sin restricciones
LA PAZ ES VIDA, LA GUERRA ES MUERTE.



Por el pastor: Fernando Zuleta V.