lunes, 28 de abril de 2014

HISTORIAS COTIDIANAS.



Quien no ha sufrido no podrá entender el dolor del prójimo, porque este no se concibe hipotéticamente sino por experimentación real, quien no hay tenido pesadillas no podrá entender la angustia del que las padece, quien no ha experimentado  las quemaduras en la piel, no entenderá los lamentos del que está pasando por este trágico momento, la vida se compone de experiencias, unas buenas y otras malas, pero todas sirven para moldear la personalidad y desarrollar el carácter, la diferencia la hacemos los individuos al aprovechar el máximo o el mínimo  lo vivido. Yendo por un camino de herradura iba en la parte de atrás y en una sinuosidad de la travesía, alcance a mi hermano mayor cavando con la punta del machete alrededor de una piedra, extrañado por esta situación le pregunte ¿qué haces? su respuesta fue: estoy sacando esta piedra del camino, porque tropecé con ella y no quiero volver a hacerlo o que ha otro le pase lo mismo que a mí. El usaba alpargatas y estas solo protegían muy superficialmente la planta del pie, los dedos quedaban desguarnecidos y en uno de ellos recibió el mayor impacto, note que estaba sangrando y entendí la razón que lo impulsaba a la acción, yo mismo había pasado por la terrible y dolorosa experiencia de arrancarme una uña de un solo tajo y de raíz al tropezarme con una piedra en el camino.

El estaba haciendo dos cosas importantes, la primera eliminar el peligro para el mismo en el inmediato futuro y segundo quitar un objeto que pudiera dañar a alguien más en lo sucesivo, pero con absoluta certeza estaba descargando la impotencia que le producía el dolor físico y como mecanismo para drenar la furia que le ocasiono este golpe inesperado, ese mismo personaje era el terror de los calvarios en esa travesía, estos eran cruces que los familiares levantaban en el lugar donde había caído víctima de un ataque mortal alguno de ellos y como esta ida y venida de un pueblo a otro se hacía muchas veces de noche, nos podemos imaginar lo que causaba en el ánimo de las personas encontrarse imprevistamente con una cruz que representaba el lugar y la muerte de alguien en lugares oscuros y parajes solitarios por individuos criados en la superchería, creyendo que los muertos volvían a deshacer los pasos (creencia que consistía en que los muerto volvían a recorrer el camino que hicieron en vida). Mi hermano arremetía contra ese símbolo de muerte y la arrancaba tirándola lo más lejos que fuera posible, cuando se dio cuenta nuestra devota madre, lo recrimino diciéndole: eso es pecado y él le respondió, no, porque yo no voto la cruz completa, la desbarato primero a punta de machete y después arrojo los pedazos, a lo que mi madre asintió, bueno eso ya es otra cosa.

A veces resulta muy difícil entender los comportamientos extraños de las personas habida cuenta de no conocer lo que está detrás de dichas acciones, por supuesto que esto no implica salir en defensa de conductas desviadas y torcidas, sino la necesidad de conocer el trasfondo de ciertos hechos para por lo menos comprender un poco las motivaciones que los impulsan a realizarlos.
 En una oportunidad un buen amigo me dice: me siento molesto, porque esta mañana le grite a mi hijo mayor y eso ¿Por qué, inquirí? Estaba teniendo relaciones sexuales con mi esposa y el venia directo para el cuarto y tuve que gritarle ¡NO ENTRE! El resultado es que se interrumpió abruptamente el momento intimo, todos quedaron o con culpa o disgustados, pero ¿porque sucedió esto? Por la falta de previsión en primer término, el cuarto de la pareja no tiene puerta, solo una cortina, de manera que no hay que tocar sino levantarla y todo queda al descubierto, lo segundo es que siendo las 10 am, de un sábado toda la prole está en casa y ese detalle hace más arriesgada ese tipo de operaciones y se convierte en una aventura con ribetes de osada temeridad. Le aconseje, revístete de valor y dile a tu hijo la verdad de la razón por la cual le gritaste, de seguro te entenderá y otra cosa que debes hacer inmediatamente es ponerle puerta al cuarto y con cerradura, por si acaso se te vuelve a ocurrir repetir la historia. Cuando tuve la ocasión de visitarlo me alegro mucho darme cuenta, que  había seguido mi consejo y con alguna malicia reflejada en su rostro me hizo señas de que mirara hacia el cuarto, que exhibía un llamativo letrero en el dintel que decía: “pero bravo, no entre sin tocar”.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.







sábado, 19 de abril de 2014

¿QUE QUEREMOS ALCANZAR?



El hombre siempre se ha asombrado al contemplar la inmensidad de la bóveda celeste, su espectacular diseño y su tamaño inimaginable, el fulgurante  resplandor de sus  astros en una mágica noche de un cielo tachonado de estrellas  y del imponente  resplandor de  luna llena, al mirar su extensión de proporciones incalculables ha despertado  el sueño y el anhelo de conquistar sus profundidades insondables, de desentrañar sus más recónditos secretos y de adentrarse en su infinita dimensión desconocida.

Contempla extasiado el cosmos infinito y se dice para sí, allá develaremos la razón de nuestra existencia y es donde encontraremos las respuestas que demanda la vida, se ensanchara nuestro conocimiento y alcanzaremos a  liberarnos de las sombras de lo oculto, terminaremos con la oscuridad de la noche que ha envuelto en el manto negro de la ignorancia al hombre sobre la tierra.

Esas  ansiadas  respuestas no están en  las lejanas estrellas, ni el universo en su extensión ilimitada, ni  en ninguna galaxia de recóndita existencia, esto será como encontrar en el cerebro  del chimpancé las causas por las que el hombre piensa y razona, aunque hay más posibilidades de lo segundo, porque al menos lo tenemos entre nosotros y tiene algunas similitudes con los humanos.

Todo son delirios de grandeza impulsados por el perenne engreimiento y acicateados por la vanagloria, sedientos de grandeza y de deseos insaciables  de poder. La marca hecha en el corazón del hombre, que ha permanecido inalterable y permanece indeleble, porque esta tatuada con cincel de punta de diamante es el devastador orgullo, que siega la mente y anula el entendimiento. Esa altivez  ha impedido  que  el entendimiento sea iluminado, porque se expande como una cortina de negrura impenetrable sobre las mentes, dejando solo pequeñísimos  resquicios para que minúsculos haces de luz penetren y combatan las tinieblas.

La auto-suficiencia es un flagelo que limita enormemente todo el potencial humano, porque ha hecho de la arrogancia su fuerza motora para alcanzar los ideales  del  endiosamiento que persigue y quiere conquistar,  en ella solo encontramos menosprecio al coterráneo y desprecio por los congéneres. Ahora  estamos escalando cuestas imposibles  de coronar porque llevamos  el equipaje equivocado y usamos métodos inadecuados.

Ese afán de encontrar soluciones a la madeja entrelazada de dificultades surgidas únicamente por la tozudez de la mente, alienada  por las densas tinieblas que la envuelven,  son el resultado del alejamiento de su Amo y Señor, y se levanta como muralla infranqueable que hace que todo esfuerzo exclusivamente humano sea cada día mas pertinaz pero menos efectivo.

El hombre haciendo planes sin la dependencia de Dios, esta inexorablemente condenado a fracasar,  porque las ideas de Dios no encajan con las del hombre, porque como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos los pensamientos de Dios que los nuestros y la única manera de concatenar y converger es que el hombre conozca la voluntad de su Señor y la acate, de otra forma el camino que transitamos será en abierta oposición a Él y un camino sin Dios como acompañante, es camino de muerte, las respuestas que queremos no están en la ignota lejanía, ni en el elocuente y desconocido firmamento que nos circunda, están en el que nos  creo y ordeno los ejércitos celestiales y en un acto de sabiduría y soberanía absoluta nos hizo a su imagen y semejanza y nos coloco como corona de toda su vasta e impresionante creación. Recordemos que nosotros fuimos dotados de entendimiento y comenzamos a ser sabios cuando tenemos temor de Dios.


Por el pastor: Fernando Zuleta V.

viernes, 18 de abril de 2014

TRATANDO DE COMPRENDERNOS




No comprendemos cantidad de cosas y por fuerza mayor son puestas en el catalogo de los misterios, por supuesto que los interrogantes siempre nos acompañaran, pero es tarea del hombre descifrar todo lo que este con el membrete de desconocido, el ser humano es el único  que tiene la capacidad de analizarse a sí mismo y ha profundizado observando experimentando, teorizando, practicando, dando  oportunidad a que surjan  disciplinas especializadas  en las distintas aéreas y de esa manera expandir el conocimiento y entendimiento de sí mismo, personalmente estoy convencido de que si primero no logramos entendernos a nosotros mismos, la posibilidad de comprender  lo que está fuera de nuestras fronteras naturales es sencillamente nula.

Hay demasiadas preguntas que están sin respuesta relacionadas con nosotros mismos y creo sinceramente que no disponemos de ese conocimiento porque lo hemos querido obtener usando exclusivamente nuestra enorme  capacidad mental, desproveyendo al ser humano de la mayor fuente de inteligencia que posee, aislándonos para alcanzar por medios naturales lo que exige una capacidad sobrenatural.

Si no hubieran especializaciones médicas, esta ciencia tendría mucha limitación y bastantes tropiezos, todo medico está en capacidad de prestar los primeros auxilios a un paciente cuando llega en medio de la crisis a un centro de salud, pero dependiendo de cual sea la necesidad especifica es remitido al especialista, esto es sentido común y realidad practica, pero en muchos casos no aplicamos  el discernimiento y así hemos dejado a un lado uno de los tres componentes del hombre que lo hace integro, nada es integro si le falta una parte, nada puede funcionar a su total capacidad, si tiene tres componente necesarios e irreemplazables y se elimina uno, la vida sobre la tierra necesita tres elementos naturales insustituibles para permanecer y funcionar: agua, aire y sol, al faltar cualquiera de los tres inexorablemente desaparecerá , decir que uno es más importante que el otro no es sensato porque al prescindir de cualquiera terminara todo vestigio de vida terrestre.
¿Cómo es que funcionamos con dos tercios de nuestra capacidad? Es tan enorme la capacidad mental que prescindiendo del elemento espiritual que es parte insustituible de su  tricotomía a logrado avances extraordinarios, usando solo lo natural y por consiguiente no podrá transcender lo sobrenatural, porque nada sobrenatural es posible alcanzarlo si no se vive en el estado sobrenatural.

No podemos alcanzar las estrellas si nos hundimos en los abismos marinos, no podemos conocer lo que nos depara las profundidades de los océanos si vamos en búsqueda de las estrellas, algunos instrumentos pueden ser útiles para ambas empresas pero los vehículos y los caminos siempre serán distintos. ¿Por qué le ha costado tanto al hombre comprender que la garantía del éxito en todo lo que se proponga debe de llevar a Dios como  socio principal?
Por la razón simple de querer ser independiente y deliberadamente ha emprendido un camino del que no puede ser guardado al rechazar toda compañía del Creador, porque obcecadamente ha seguido su propio derrotero y ha obviado la sentencia divina: conozco, oh Dios, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es ordenar sus pasos.

Si hemos de conquistar las estrellas, en la tripulación es ineludible la presencia de Dios.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.


jueves, 17 de abril de 2014

LA SENSIBILIDAD



La sensibilidad es en los términos más simples  es la capacidad de sentir, es una respuesta motora a los estímulos externos, una reacción casi involuntaria y automática a las emociones, por lo que varía en intensidad y capacidad según  el desarrollo de los sentidos.

Al hablar de sensibilidad lo hacemos básicamente sobre las emociones y en estas intervienen una serie de factores que determinan su intensidad y gradación y aunque todos los seres vivos sentimos, algunos por razones biológicas y espirituales lo vivimos en mayor grado y magnitud.

Ningún ser humano carece de sentimientos lo que pasa es que algunos los reprimen, otros los ocultan y muchos los rechazan.

¿POR QUE SE REPRIMEN LOS SENTIMIENTOS?

Muchas veces porque desconocemos que los  producen, en buena medida  son responsables de hacer sentir culpa y entonces queremos encerrarlos en un recipiente para genios y que solo respondan cuando lo frotamos y deseamos que aparezcan.

Un amigo me comentaba que su hija adolescente, le confió un día que se sentía mal espiritualmente, porque había comenzado a experimentar deseos sexuales y el con cuidado y bastante tacto  comenzó a explicarle que estos sentimientos obedecían  a los cambios que se estaban generando internamente y que estaba en el proceso de niña a mujer, que todo era responsabilidad de  las glándulas sexuales que comenzaron el programa de producir hormonas  ídem  y que llevadas por el torrente sanguíneo estimulaban el deseo y el impulso sexual , la chica lo comprendió y se propuso la tarea de tener dominio sobre el asunto y de hecho lo logro, conservándose casta hasta el matrimonio.

¿POR QUE SE OCULTAN LOS SENTIMIENTOS?

Porque sentimos vergüenza generalmente y no queremos que otros descubran lo que sentimos, porque otras tantas los consideramos impuros  y porque a veces son verdaderamente perturbadores y con inclinaciones perversas.  Ninguna persona hablara libremente de sus pasiones y deseos si sabe que son reñidos con la moral y las buenas costumbres, es muy improbable  que si el vecino está obsesionado con la mujer casada del lado se lo haga  conocer a su esposo. También la timidez es una buena razón para ocultar lo que sentimos, el temor a ser rechazados o el miedo a ser escarnecidos.

¿POR QUE  RECHAZAMOS LOS SENTIMIENTOS?

Porque consideramos que no son cosas normales o naturales y hacemos un enfoque negativo de lo que sentimos, en otras ocasiones ignoramos  su procedencia y atribuimos su causa a agentes externos y no miramos a nuestro propio corazón que es el lugar donde son formados y forjados. Los sentimientos son como los pensamientos inevitables, pero no incontrolables  o irrenunciables.

Los sentimientos están sujetos a la voluntad humana y dejar que ellos controlen y gobiernen nuestras vidas, es entregarla al vaivén de las emociones, las cuales van y vienen sin tener permanencia ni estabilidad. No podemos expresar todo lo que sentimos, ese exceso de franqueza lastima y destruye las relaciones y erosiona la amistad, no podemos hacer todo lo que sentimos porque por esa es falta de dominio propio gran cantidad han pagado con creces la pérdida de control sobre sus decisiones.

Finalmente la mejor manera de tenerlos bajo control, es estar bajo la autoridad del Señor Jesucristo y de su Santo  Espíritu.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.




Un encuentro con la verdad




Quise hallar  el amor y me tope con el odio,  busque el gozo y se me oferto la amargura,  anhele la paz y me encontré con la guerra, me propuse alcanzar la paciencia y me sorprendió  la intranquilidad, decidí conocer lo bueno y apareció la maldad, me asome al corazón para descubrir la bondad y me sorprendió con su presencia la perversidad, me dije descubriré la fe y en su lugar apareció la incredulidad, encontrar la mansedumbre fue mi próxima meta  y se ofreció para acompañarme el altivo orgullo, seguramente que si encuentro a la templanza su capacidad me hará fuerte y podre prevalecer , pero el desenfreno fue la respuesta  a mis sentimientos, horrorizado comprendí que   el mundo  era un reino de tinieblas y al borde del abismo, sin fuerzas para hacerle frente a tanta iniquidad creí que mi fin  estaba cerca y que solo la muerte me libraría de la horrenda realidad del presente y de la tenebrosa verdad de un futuro enrarecido por la pestilencia  de las aguas de la maldad que arrastraban todo lo nauseabundo y putrefacto que vertían los corazones en arroyos que iban   haciendo crecer  el caudal  mortífero del pecado. 

Por allí por ese lóbrego camino atino a pasar un peregrino que inexplicablemente  el amor era el material de que estaba hecho,  el gozo una manifestación sobresaliente de su carácter, la paz su marca espiritual,  la paciencia lo cubría con su manto sublime, la benignidad tenia por aureola, la bondad la exhibía como cetro, la fe enarbolaba  por escudo, la mansedumbre era el sello en su corazón y el dominio propio levantaba como estandarte,   la verdad respaldaba  sus  palabras y acciones y la justicia coronaba su cabeza. 

Y Le dije nunca he conseguido en el mundo siquiera a uno solo que pueda tener alguna de tus virtudes y ¿cómo es que en ti están todas? Su respuesta fue no busques en el mundo lo que no es del mundo, porque nunca  hallaras en el lo que no tiene ¿y cómo es que tu lo tienes? Porque yo soy lo que tengo y lo que tengo no es de este mundo, pero tengo el poder para dárselo a quien lo quiera y ¿yo lo podre recibir? Si, fue su respuesta sorprendente y  he venido para ello, porque mi trabajo es buscar al que está perdido, sin esperanzas, sin fuerza y sin oportunidades, pero que tiene un corazón dispuesto para el amor de Dios y la verdad de su Palabra manifestada en su Hijo, no me fue posible oír mas, ni resistir su impactante presencia, cuando volví a la realidad, el mundo seguía igual, pero la diferencia estaba en mi, era una nueva criatura  las cosas viejas pasaron y  todas habían sido hechas nuevas y con la certeza  de que ahora era hijo de Dios.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.







jueves, 3 de abril de 2014

GARABATO Y SU HISTORIA



Garabato era el remoquete del albañil más conocido del pueblo y aunque nunca se sentía aludido por ser llamado de esa manera, no le era del todo grato, hecho que se puso en evidencia cuando se caso y entrando ya en confianza con su esposa le pidió el favor de que al menos ella lo llamara por su nombre de pila, pero de nada sirvió las razones que el expuso a su consorte, ni el hecho de que infinidad de veces le pidió de mil maneras que no lo hiciera.

Pasaron años y ella jamás desistió de llamarlo garabato, mas aun nunca ni por equivocación llego a pronunciar su nombre, de hecho no se sabía que era más fuerte si la paciencia y constancia de garabato o la terquedad y tozudez de su cónyuge, lo trascendente del caso es que así marcharon en el tiempo, creyéndose que  garabato había claudicado a su anhelo de quitarse el remoquete, hasta que la visita a unos parientes dejo claras sus pretensiones, ese día cayo un vendaval que dejo muy maltrecho el puente colgante por donde era necesario pasar de regreso a casa y cuando tenían pocos metros caminando por él, cedió intempestivamente, con el infortunio que la esposa de garabato fue a parar a las turbulentas aguas, de inmediato recurrió a pedir socorro, gritando desesperadamente ¡garabato sálvame!, porque para colmo de males no sabía nadar. Esta situación extrema le dio oportunidad a garabato de negociar, para erradicar por siempre el mote y acto seguido la conmino, diciéndole: te sacare del agua si prometes no volverme a llamar garabato, pero en respuesta a su pedido solo escuchaba, lo que jamás quería volver a oír, garabato ayúdame, garabato auxilio, hasta que sumergiéndose por completo y sin poder pronunciar palabra alguna, solamente con una mano visible, aun demostraba que mantenía su firmeza y que no claudicaría aunque el precio fuera perder la vida, porque con el dedo índice encorvado hacia la señal clara de un garabato.

Se puede pensar que esta terquedad es rayana en la imbecilidad, pero es el resultado de no querer cambiar manías o caprichos y esto por supuesto se vuelve contra quien sostiene una situación por el solo hecho de llevar la contraria y permitirse el desenfado de asegurar , ¡a mí no me cambia nadie!.

En la vida tenemos opciones, vaivenes y circunstancias impredecibles que por fuerza mayor nos hacen cambiar de ideas, de domicilio y hasta de zapatos, por lo cual no podemos aferrarnos al tradicionalismo y costumbrismo de una manera irrazonable, argumentando la consabida frase “siempre lo he hecho así”. La vida está llena de imponderables y esas situaciones que resultan del desconocimiento del porvenir son las que nos sorprenden en nuestra dinámica diaria y hacen que consideremos los cambios y patrones que nos han regido, si debemos  variarlos  y si conviene que los mantengamos inalterables en el derrotero existencial.

No debemos cambiar por esnobismo y para seguir las tendencias y fluctuaciones contemporáneas, eso equivaldría a ser carentes de personalidad y de carácter, pero tampoco aferrarnos a la predilección de hábitos del pasado que no son útiles en el presente, porque entonces nos convertiríamos en  anticuarios vivientes.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.



LA VIOLENCIA NO ES EL CAMINO



La violencia como camino a la paz es un contrasentido, hacer guerra para obtener  paz es una antítesis, recurrir al caos para traer organización es antagonismo, los psicólogos lo llaman trastorno bipolar, partiendo de contradicciones tan enormes entre los pensamientos, las ideas y las acciones para lograr propósitos y conseguir un fin nos damos cuenta de lo disímil que es la cosmovisión de las personas y para ponerle un toque de humor, “pienso que es más fácil  acomodar una docena de monos  que posen  para una fotografía, que poner de acuerdo a las personas”.

Definitivamente nunca se podrá lograr que todos queden satisfechos con los acuerdos pero al menos, que todos se beneficien de ellos y aunque haya objeciones, malas interpretaciones e inconformismo, ninguna de estas situaciones debe ser óbice para impedir que las relaciones  se materialicen y se llegue al entendimiento.

“No hay camino a la paz, la paz es el camino” palabras del gran Gandhi, que son marco de referencia para todo el que quiera obtener y ganar la paz, él y sus seguidores usando la resistencia pacífica lograron vencer un imperio. La violencia crea los vallados de odio y resentimiento en los corazones, levanta las murallas de la amargura de ánimo en la vida y pone los cerrojos de la venganza en las personas. Ella arrastra una estela de sabores astringentes, que con su resequedad no dejan degustar al paladar ninguna de las viandas que ofrece el variado menú de la quietud y armonía.

No podemos imponer la paz con el traqueteo de armas mortíferas, ni con la devastación y el aniquilamiento del adversario, la violencia es el resultado de la ira mal enfocada y accionada de una manera descontrolada, habrá muchas explicaciones para actuar sin cordura e impulsivamente, pero por lo general todo acto visceral trae resultados desastrosos, por el hecho de obedecer al corazón y no dejar el control de sus impulsos a la materia gris, todos los diez sistemas que componen el formidable cuerpo humano están supeditados a la central de mando que se llama cerebro, pero por razones que desconozco se puedo resistir y contravenir  para hacer lo que él no aprobaría y ni es de su agrado, cuando el no funciona correctamente o es ignorado tendenciosamente los resultados son simplemente  catastróficos.

El lamento es lo más común en los que actuaron sin medir las consecuencias, porque sus acciones obedecieron a los impulsos del corazón y no permitieron a la central electrónica que se llama cerebro, el procesamiento de toda la información para dar soluciones que por fuerza mayor tenían que someterse al buen juicio y al razonamiento equilibrado, donde la  honestidad debe ser el combustible que mueva sus motores e impulse sus acciones.

Quien promueve la violencia, tiene pequeñez de espíritu, mente cerrada, corazón entenebrecido y conciencia cauterizada, no dan lugar al uso de recursos incuantificables  que están en la prodigiosa mente y que el cerebro quiere canalizar para que la sabiduría sea nuestra consejera y eliminemos por completo el odio que carcome la entrañas y devora los atributos  de grandeza que fueron implantados por Nuestro Creador.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.











miércoles, 2 de abril de 2014

EL SINDROME DE OMNIPOTENCIA



El poder tiene la insólita capacidad de anular la sobriedad y romper el equilibrio emocional, esto sin lugar a dudas va en detrimento tanto del que lo ejerce, como el que está bajo su yugo, no es de extrañar  que quienes lo tienen en sus manos sucumban a la tentación de creerse omnímodos  y comiencen el tránsito por el laberíntico y espurio camino de la omnipotencia.

Una conceptualización mal enfocada de las capacidades siempre traerá como consecuencia irremediable el infortunio, para quien cae en sus tupidas redes, que tejen orgullo, prepotencia, codicia, insensatez  y otras malas hebras en una urdimbre de catastrófica calidad.

El poder ocasiona tal empecinamiento  que hace que los sentidos se cierren ante la realidad, ocasionando la perdida de la visión y la capacidad auditiva, pero no menos peligroso es la anulación de la capacidad natural de juzgar los acontecimientos y sucesos en forma razonable, por lo que se corre el temible riesgo de la enajenación y esto por consiguiente altera la razón y la lógica en dimensiones desproporcionadas.

Cuando se pasa la línea divisoria entre la sensatez y se comienza  la andanza por el sendero de la imprudencia no podemos esperar que el recorrido traiga buenos frutos, estamos cultivando una malísima semilla y por razones de elemental lógica la cosecha será paupérrima en todo lo que cultivamos.

 “El que siembra vientos y recoge tempestades” lo asevera la Palabra de Dios, con la finalidad de prevenirnos, para que nos aislemos de malas acciones o de pésimas decisiones, quedando claro que si incurrimos en ellas las consecuencias trágicas serán inevitables. Pero la obstinación una mala compañía y peor consejera hace que cerremos las puertas a la realidad, haciéndonos perder el perímetro visual en un alto porcentaje, reduciendo alarmantemente la capacidad de ver los obstáculos en la vía, llevándonos de tumbo en tumbo hasta que la caída es irreversible y  los resultados imposibles de calcular.

El éxtasis que produce el poder debe ser algo muy fuerte y hechizante, por cuantos los que lo  logran sufren tal embelesamiento con él, que asumen los riesgos habidos y por haber para mantenerlo, ese extraño arrobamiento aniquila todo sentido práctico, deja a un lado toda ecuanimidad y pervierte la amistad y las buenas relaciones. Porque todo tiene que girar en el círculo vicioso del que lo ostenta, y quienes contribuyen a sostener a otros en esa demencial postura se convierten en seres serviles desposeídos de todo vestigio de personalidad y dignidad.

Hay quien habla del discreto encanto del poder, muchos son como la mano negra tras el trono en las antiguas monarquías europeas donde  había un rey, que solo era una figura representativa y el que ejercía el verdadero poder era imperceptible y casi invisible, o como los barcos de guerra alemana camuflados como indefensos mercantes y con banderas de países neutrales o de los aliados, pero cuando eran descubiertos salían a relucir sus ominosos cañones y se enarbolaba el pendón del nazismo que los identificaba.

Algunos podrán resistir la tentación de exhibirse como los poderosos señores del reino o como los mortíferos barcos de guerra nazis, se conformaran con mover los hilos tras las bambalinas, como los que manejan las marionetas en los teatros, pero  sean visibles o invisibles los que tienen el poder, si no están revestidos de humildad y mansedumbre se rendirán a los deleites y embelesos que ofrece su suntuosidad y caerán en el ardid de creerse omnipotentes.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.






martes, 1 de abril de 2014

LA PERCEPCION


Generalmente todo el tiempo estamos captando o sintiendo algo, ya sea lo más común como el frió o el calor, la cuestión es que la intensidad de esas sensaciones depende de situaciones personales o son los reflejos del entorno. ¿Cómo puede percibir el que escucha a distancia considerable el tableteo de una metralleta? ¿Cómo siente este mismo ruido el que esta solo a metros? ¿Cuál es la sensación del que se siente atacado por el portador del arma? En estas circunstancias con toda seguridad habrá una variedad de matices, que dependiendo de múltiples factores directos o indirectos, individuales o colectivos alteraran el nivel de percepción de cada uno en particular o de todos en general.

Esa individualidad con todas sus características y vaivenes es lo que siempre ha hecho difícil, la  comunicación y la unificación de criterios, por ese motivo comprender a los demás es un verdadero arte que necesita de muchas habilidades y el despliegue de todo el talento y capacidad de que podamos disponer, pero yendo un poco mas allá del asunto, es un ejercicio constante la necesidad de capacitarnos en todo asunto o materia que tenga que ver con relaciones interpersonales, que requiere una buena dosis de abandono del egoísmo, ya que es vital desprendernos de caprichos, preferencias o poses estereotipadas. Quien mantenga la tesis de ser “yo mismo”,   atroche y moche o rajatabla, jamás podrá alcanzar buenos niveles de comprensión de los demás.

Lo que percibimos, en muchos casos es intuitivo, y esto por consiguiente es una capacidad extra de ciertas personas, que dicha la verdad no es infalible, algunos lo llaman corazonadas, sin darse cuenta que el corazón es bastante engañoso y pervertido. La percepción cuando no es estrictamente sensorial, escala  peligrosamente las cuestas de la superchería y la mentira, dejando de ser algo natural, para sumergirse en el mundo de lo sobrenatural, que manipulado por personas inescrupulosas engañaran sin contemplación a todo aquel que se sienta inclinado a la búsqueda y practica del esoterismo.

La percepción cumple una función determinarte en nuestras vidas, pues es la que permite ver los sucesos desde nuestro único punto de vista personal y hace valoraciones de juicio de acuerdo a los requerimientos del momento, por esa razón escuchamos versiones tan disimiles de la misma historia narrada por personas que han sido testigos del mismo acontecimiento, a la misma hora y en el mismo lugar.

Esto lo podríamos ilustrar con la sencilla historia de escuchar un chiste, el que lo cuenta tiene que reírse para hacerlo aparecer gracioso y contagiar a los oyentes, uno de los que lo escucha no lo entiende por lo cual no hay en él la mas mínima expresión de euforia, la esposa del chistoso se ríe a mandíbula  batiente por razones obvias, a otro le causa un ataque de risa impresionante para no perder la amistad y un cuarto analiza el cuento durante un buen tiempo y le encuentra sentido cuando está visitando la novia a los tres días y en plena conversación con ella suelta aquel rio de risa impresionante.

Lo importante del asunto es que aunque percibamos las cosas de forma diferente estamos obligados a hacer un esfuerzo por entender la manera en que otros lo hacen, para mantener un buen balance y equilibrio entre todos.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.